Hace apenas unas semanas que Claudia Sheinbaum asumió como la primera presidenta en la historia de México. ¿Qué país recibió en términos económicos y cuáles son los principales retos que enfrenta?
PIB. Durante el sexenio de López Obrador, México experimentó un crecimiento global en el PIB de 4.94 % comparado con el sexenio previo, representando un crecimiento promedio anual de 0.81%, el más bajo desde la administración de Miguel de la Madrid.
Este bajo crecimiento se atribuye a diversos factores como lo fue la pandemia de COVID-19, que en 2020 provocó una caída del PIB de 8.55 %, aunado a otros como la disminución en la inversión fija bruta, afectada fuertemente por la ausencia de infraestructura, de una correcta promoción de México en el extranjero, de programas de acogida para nuevas empresas, certidumbre respecto al rumbo de la política económica nacional e incentivos para que nuevas empresas decidieran establecerse en el país; asimismo, la política de austeridad en la administración del presidente saliente en términos del gasto de inversión también afectó al concentrarse esta solo en los estados sureños a través de sus proyectos emblemáticos (Tren Maya, Refinería Dos Bocas, Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Aeropuerto de Tulum, etc.), la recesión previa a la pandemia y, posteriormente, la forma en que se le enfrentó dando por resultado una lenta recuperación pospandemia.
La falta de una política fiscal anticíclica y la reducción del gasto en infraestructura hicieron que el PIB no se recuperara como debía hacerlo. Tras esto, México tardará años en volver a tener los niveles de PIB prepandemia.
PIB per cápita. El sexenio de López Obrador finalizó con una contracción del PIB per cápita de 1.05 % comparado con el sexenio de Peña Nieto, resultado del bajo crecimiento económico registrado en el periodo. Esta disminución es la primera contracción sexenal del PIB per cápita desde Calderón y la más fuerte desde la administración de Miguel de la Madrid.
Este retroceso confirma la falta de impulso económico que permitiera mejorar el ingreso promedio de la población en medio de los desafíos económicos que dejó la pandemia de COVID-19.
Inversión extranjera directa. A pesar del potencial que ofrece el nearshoring, México captó 59.8 millones de dólares en nuevas inversiones extranjeras durante el sexenio concluido, lo que representó, en términos reales, el nivel de inversión extranjera más bajo desde el gobierno de Salinas de Gortari. Esto significa que el país desaprovecha las oportunidades que brinda el nearshoring, lo que refleja grandes desafíos para atraer inversiones productivas confirmando la debilidad de la inversión fija bruta en los últimos años.
Tipo de cambio. Esta es una variable qua experimentó fuertes contrastes: por una parte, en abril de 2024 alcanzó un mínimo al cotizarse en $16.34 / dólar, pero también mostró un máximo de $25.12 / dólar en marzo de 2020.
Aunque al final del sexenio se observó una apreciación en el tipo de cambio, esta se debió, entre otros factores, a situaciones de índole externo, como el fuerte crecimiento en el envío de remesas hacia el país, la rápida recuperación económica de los Estados Unidos tras la pandemia, más que internas, como el diferencial de tasa de interés real en México por el mantenimiento de una tasa de interés nominal bastante alta por parte del Banco de México (Banxico).
Empleo. En el sexenio que recién concluyó, se crearon 1,931,909 empleos formales registrados ante el IMSS, de acuerdo con información disponible hasta agosto de 2024, sin embargo, esta cifra representa menor creación de empleos formales en un sexenio desde la administración de Vicente Fox.
Otro dato relevante en este tema es la pobreza laboral, que se entiende como el porcentaje de la población con un ingreso laboral insuficiente para cubrir el costo de la canasta alimentaria, cuya cifra alcanzó el 46 % en el tercer trimestre de 2020, cifra jamás vista anteriormente; todo esto a pesar del incremento del 181.72 % que experimentó el salario mínimo durante el sexenio de López Obrador.
Inflación. Esta variable durante todo el sexenio se situó fuera de los límites marcados como objetivo por Banxico, lo que orilló a que el organismo llegara a fijar la tasa de interés hasta en 11.25 % en marzo de 2023, buscando con esto mantener bajo control a la inflación, sin embargo, esto no fue posible debido en parte a las secuelas dejadas por la pandemia en términos del resquebrajamiento de las cadenas de suministro, por la gran cantidad de empresas que vieron la necesidad de cerrar actividades ante la falta de apoyos por parte del Gobierno federal.
Actualmente, la inflación empieza a mostrar algunos visos de una posible mejoría, sin llegar aún a la meta del 3 % +/- 1 %.
Deuda neta del sector público. Así como el déficit presupuestal ha tendido a incrementarse, la deuda como salida a esta problemática también lo ha hecho.
Con Calderón hasta AMLO, la deuda como porcentaje del PIB pasó de 17.1% en 2007 hasta un 49.9% en 2020 y la expectativa de cierre para este 2024 es de 49.7%. Lo anterior resulta en un mensaje negativo hacia las agencias calificadoras, poniendo en riego la calificación crediticia de la deuda de México.
Con todo lo anterior como antecedente, Claudia Sheinbaum enfrenta los siguientes retos en materia económica: reducir la deuda del sector público, pero el margen de maniobra que tiene es muy limitado, si quiere mantener la política asistencialista de su predecesor: estabilizar la inflación, para lo cual será necesario promover la llegada de nuevas inversiones que ayuden a restaurar la cadena productiva, la renegociación del T-MEC que con la llegada de Trump a la presidencia de los Estados Unidos se complicará aún más dado su actitud hostil hacia México, la reactivación del crecimiento económico, nuevamente ligado a la fuerte dependencia que existe con la economía norteamericana, mejorar la calificación crediticia del país, pero que con la reforma judicial lo único que se logra es colocar más incertidumbre en la canasta, mejorar la situación financiera de Pemex y la transición a energías renovables que con la infraestructura obsoleta del organismo la inversión tendría que ser de cuantiosos montos.
Es evidente que el gobierno de México inicia entre penumbras esta administración lo que requerirá de reinventarnos para resolver la gran mayoría de los problemas estructurales que nuestra economía viene arrastrando de tiempo atrás.
El reto no es fácil, pero Claudia Sheinbaum está ante la oportunidad histórica de dejar huella y no solo por el hecho de ser mujer.
El autor es director del programa académico de la Licenciatura en Economía en la Universidad de Monterrey y presidente de la Asociación Nacional de Instituciones de Docencia e Investigación Económica, AC.