En estas semanas, de acuerdo a lo planteado en mi columna del 12 de noviembre de 2024, “5 retos estratégicos para Recursos Humanos en 2025”, he abordado los dos primeros retos para el próximo año: la Transformación del liderazgo en la era de la IA (20 de noviembre de 2024) y Cultura organizacional antifrágil (26 de noviembre de 2024). Ahora, el tercer desafío estratégico: la planeación estratégica del talento.
Desde que en 1997 se acuñó el término “guerra por el talento”, este tema ha cobrado una relevancia creciente. La planeación estratégica del talento siempre ha sido clave para mantener la competitividad empresarial.
Hoy, esa batalla se ha intensificado debido a factores como la expansión del nearshoring y los cambios demográficos. El reto es desarrollar modelos predictivos que permitan anticipar y preparar a las organizaciones para enfrentar estos cambios.
Los principales desafíos en temas de talento incluyen la rápida transformación de roles tradicionales, la creación de posiciones inéditas por la irrupción de la inteligencia artificial y la necesidad de adaptar estrategias de reclutamiento y planificación ante la escasez de mano de obra calificada. Sin embargo, a pesar de su importancia, un estudio de AIHR (2024) revela que el 62 % de los líderes de Recursos Humanos admite no contar con un pipeline de talento sólido.
En el contexto nacional, y particularmente en Nuevo León, factores como el nearshoring y las tendencias demográficas exigen una planeación rigurosa.
Aunque se habla mucho del nearshoring, la inversión extranjera directa como proporción del PIB está en sus niveles más bajos desde 2015 (1.9%), y las “nuevas inversiones” representan apenas el 0.12% del PIB. No obstante, Nuevo León, junto con el Bajío, Jalisco y la zona de Ciudad de México, concentra gran parte de la escasa inversión que llega.
En cuanto a los cambios demográficos, aunque su impacto aún no es evidente, debemos prepararnos para los próximos 15 años. México presenta una tasa global de fecundidad de 1.6 hijos por mujer, por debajo de la tasa de reemplazo poblacional de 2 hijos, lo que anticipa retos significativos en la fuerza laboral futura.
Para abordar estos desafíos, la planeación estratégica del talento debe incluir: análisis de la fuerza laboral actual, previsión de necesidades futuras, planificación de sucesión, estrategias de reclutamiento y desarrollo, y retención de empleados. Esto requiere objetivos claros, evaluación de desempeño y colaboración con socios externos.
Cinco elementos emergen como fundamentales para una planeación estratégica efectiva:
1. Alineación estratégica: Las empresas deben integrar su planificación de talento con sus metas estratégicas, asegurando que cada contratación y desarrollo de talento respalde sus objetivos organizacionales.
2. Modernización digital: La inteligencia artificial y el análisis de datos son herramientas esenciales para predecir necesidades, identificar brechas de habilidades y tomar decisiones informadas.
3. Desarrollo de liderazgo: Ante la insatisfacción del 65 % de los líderes con sus programas de desarrollo, las empresas deben priorizar planes de sucesión y formación específica.
4. Compromiso organizacional: Retener el talento es tan crucial como atraerlo. Solo el 44 % de los empleados está satisfecho con su ritmo de crecimiento, una estadística que urge atender.
5. Gestión proactiva del pipeline: Construir relaciones tempranas con el talento, fortalecer la marca empleadora y crear experiencias atractivas para los candidatos son acciones clave.
El futuro del trabajo apunta a una integración estratégica de la fuerza laboral contingente —trabajadores temporales, consultores, freelancers— en la planificación general del talento. Las empresas más exitosas están adoptando decisiones basadas en análisis del mercado laboral, explorando nuevas fuentes de talento y adaptando estrategias de contratación según las realidades locales.
El éxito dependerá de nuestra capacidad para responder con visión y adaptabilidad. En un entorno laboral dinámico, la planeación estratégica del talento no es solo un reto, sino una oportunidad para construir organizaciones más sólidas y preparadas para el futuro.
El autor es Doctor en Filosofía, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de Cátedra del ITESM.
Contacto: rogelio.segovia@thinktalent.mx