La economía texana sería la octava del mundo si fuese un país. Cuenta con industrias diversas como la petrolera y de gas, de energías renovables, de servicios financieros, de servicios educativos, de tecnología, de manufactura, de salud y construcción entre muchas otras. El territorio texano es vasto y a diferencia de otros estados de la Unión Americana la población está más dispersa.
Recientemente el estado texano ha recibido un influjo importante de inmigrantes, tanto nacionales como internacionales. La migración hacia Texas más evidente ha sido la californiana que busca mayor poder adquisitivo. Las menores tasas impositivas en el estado texano le dan una ventaja competitiva.
Este estado dinámico es uno de los motores de crecimiento de los Estados Unidos. La gran variedad de industrias, la salida al mar con puertos importantes como Houston, y la reciente detonación del sector tecnológico apuntan a un crecimiento sostenido en el mediano plazo.
Recordemos que SpaceX de Elon Musk se estableció recientemente en este estado. Además, es importante considerar la educación superior de calidad como en las ciudades de Austin, Houston y Dallas.
La infraestructura es otro punto clave ya que la conectividad en el estado texano genera economías de escala que permean el crecimiento económico en todo el estado.
Así, el estado de Texas presenta oportunidades interesantes de inversión para el futuro. Hace un par de meses se anunció que el estado tendría su propia bolsa de valores para detonar el crecimiento de empresas que están buscando financiamiento para crecer.
Se estima que el estado texano continuará experimentando tasas de crecimiento sostenibles en el mediano plazo. Uno de los sectores que se observa como atractivo es el de la construcción.
La fuerte inversión federal en infraestructura aunado al establecimiento de empresas en el estado, han detonado un incremento importante en el desarrollo de casas residenciales y proyectos comerciales.
Si bien este año y el siguiente serán lentos en materia de ventas y rentas de propiedades, se espera que el sector se recupere cuando las tasas hipotecarias del mercado secundario comiencen a disminuir. La incertidumbre del impacto arancelario de Trump está generando presiones al alza a las tasas hipotecarias, por miedo a una mayor inflación en el futuro. Además, los aranceles a México y Canadá encarecerían los costos de producción por el aumento en insumos provenientes de Canadá como la madera y la mano de obra indocumentada mexicana.
Sin embargo, si se disipa esta incertidumbre el próximo año podríamos observar la recuperación del sector inmobiliario que tendrá un crecimiento futuro relevante. No solamente por el consumo interno y el dinamismo de la demanda interna sino también por el sector externo relacionado con el TMEC y el intercambio comercial con México.
El autor es director general de Soluciones Financieras GAMMA y profesor de Economía y Finanzas de EGADE Business School. Tiene un doctorado en Finanzas y maestría en Economía Financiera, ambas por la Universidad de Essex en el Reino Unido.