Dicen que el dinero es la palanca que mueve al mundo, otros, menos cínicos y más románticos, dicen que el amor es la fuerza que lo transforma, pero los físicos insisten en la aburrida (pero científica) verdad de que lo que mueve al planeta es la fuerza gravitacional del universo.
Pero dejando esta absurda confrontación entre metáforas y hechos, sí podemos afirmar que el dinero ha sido y seguirá siendo una de las palancas más capaces de movilizar a los seres humanos a realizar grandes hazañas.
Lo sé, el amor también. Pero incluso, a veces, no hay nada mejor que el dinero para demostrar el amor, pues hechos (inversiones) son amores, y no buenas intenciones.
Enfrentados como estamos a nivel especie ante los inminentes desafíos que implica el cambio climático, urge desde hace muchos años que pasemos de las buenas intenciones y las románticas declaraciones de amor al planeta, a las inversiones bien enfocadas y orientadas, basadas en ciencia, que mayor retorno ofrezcan en términos de sostenibilidad.
Y dinero hay, ideas, seguramente también. ¿Cómo las juntamos?
Sólo por poner un ejemplo: Este año, Latimpacto, en conjunto con Green Climate Fund y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el apoyo de Fundación Bayer y Coca-Cola América Latina, lanzaron la iniciativa “Fondo Verde Catalítico”, con el objetivo de movilizar 5 millones de dólares en proyectos de emprendimiento social sostenible, que contribuyan a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y fomentar la innovación en el capital natural como herramienta de cero emisiones netas, enfocado en América Latina y el Caribe.
No se trata de préstamos a bajo interés, sino de financiamiento puro no reembolsable para entidades, fondos de inversión de impacto, fundaciones, universidades y cámaras de comercio que, a su vez, financien y apoyen a emprendimientos, modelos de negocio y tecnologías que procuran cadenas de valor cero emisiones netas o proyectos de descarbonización.
Para la región de Latinoamérica y el Caribe, buscan financiar hasta a 6 entidades con cantidades de entre 400,000 y 480,000 dólares, quienes tendrán que aportar una cantidad equivalente, en efectivo o en especie.
Me pregunto cuántos proyectos sostenibles de Monterrey o al menos de México saben de estas opciones de financiamiento y tienen la determinación y la capacitación necesaria para competir por ellos con proyectos de toda la región.
La convocatoria se abrió el mes de septiembre y recibirá solicitudes hasta el 29 de diciembre de este año.
Es una de varias oportunidades para potenciar proyectos sociales y ambientales en favor de Nuevo León y de todos sus habitantes, por lo que además de su cartita a Santa Clos y sus propósitos de año nuevo, podrían estar llenando solicitudes y reuniendo requisitos para acceder a estos financiamientos.
El fondo también está abierto a corporativos y fondos que buscan compensar sus emisiones de carbono a través del financiamiento a proyectos sostenibles. O nos apuramos todos, o las calcetas de todos sólo tendrán trozos de carbón y gases de efecto invernadero en las próximas navidades.