Monterrey

Miguel Moreno Tripp: Proyecciones económicas

Esperando que Ud. y los suyos hayan tenido una muy feliz navidad y aprovechando para desear lo mejor para el siguiente año, se viene un alud de presentaciones de perspectivas económicas para el 2025. Está columna no presentará proyecciones económicas sino más bien quiero sugerir los principales conceptos económicos a los que, en mi opinión, se debe prestar mayor atención.

No debemos olvidar que los análisis se llevan a cabo con la información disponible al momento de hacer las proyecciones. No es de ninguna manera el tener una bola de cristal que adivina el futuro. El clásico ejemplo sería la pandemia. Para diciembre del 2019 ¿Quién pudiera haber previsto el tema del COVID? Se proyecta con la información disponible.

Con esa consideración, hay dos elementos esenciales para prestarles particular atención: la inflación y el crecimiento económico.

Recordemos que el mandato constitucional de BANXICO es el preservar el poder adquisitivo de la moneda o lo que es lo mismo, mantener a raya la inflación. ¿Cómo lo hace? El mecanismo es vía la tasa objetivo: El nivel de inflación (head) que busca BANXICO es de un 3% con un rango de +/- 1%. Solo que ahora debemos considerar la inflación esperada. Desde luego la histórica nos da una idea de tendencia, pero es particular importancia la esperada. Con ese rango, si la inflación esperada se piensa que será mayor al 4%, luego entonces, no habría disminución de la tasa objetivo, sino que se mantendría. Claro que, si se esperara que fuera mucho mayor, entonces la reacción lógica de Banco de México sería incrementar la tasa objetivo.

No es que haya una formulación entre el incremento en la tasa objetivo y las tasas tanto pasivas como activas. Las TIIE’s y el menú de las tasas libres de riesgo, se incrementarán o disminuirán en función de los incrementos o decrementos de la tasa objetivo. Es relativamente straightforward ese efecto.

El otro tema es el crecimiento económico. Con inflación alta, no habría crecimiento económico en términos reales, casi que “garantizado”, pero, con baja inflación no necesariamente garantiza un crecimiento económico. El tener una inflación baja es una condición sine cuan non (sin la cual no).

El crecimiento económico cae más bien en el lado de la política fiscal que básicamente es la responsabilidad del Poder Ejecutivo: lo que haga o deje de hacer no solo afecta el corto plazo, sino a generaciones por venir.

El Ejecutivo, ¿Busca promocionar el ambiente de inversión o le da urticaria que haya fifís que hayan hecho algo en su vida? ¿Hay un ambiente de respeto a la legalidad o, según ocurrencias echan para atrás proyectos o cancelan otros por más absurdo que sea dicha cancelación y deje endeudado a los contribuyentes a cambio de … nada? ¿La delincuencia organizada que acaba por incrustarse y hacer lo que en cualquier otro país no se permitiría -como cobrar impuestos por derecho de piso-, es combatida o, al contrario, se comparten las esferas de poder? ¿Se busca el desarrollo de la niñez, futuro del país, con materias y enseñanzas para su beneficio-que es el beneficio del país- o se pone a cargo a gentes -por llamarlas de alguna manera- de mentes envenenadas a envenenar a la niñez? ¿Se busca el desarrollo de la gente trabajadora que con sus impuestos son de quienes viven los políticos -y su parentela- como potentados; la burocracia y que de donde comen todos los que reciben beneficios económicos o simplemente somos, parafraseando al clásico: pagamos y nos callamos?

Eso nos dará una idea de como sería la situación económica de México.

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