El Centro de Biotecnología FEMSA del Tecnológico de Monterrey, la universidad mexicana número uno en ingeniería y tecnología, en la región latinoamericana de acuerdo con el QS World Ranking 2024, anunció el desarrollo de maíz nutracéutico, una variedad mejorada genéticamente que no sólo es nutritiva, sino que también puede contribuir a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas, y en la cual ha trabajado en los últimos 25 años.
“Este proyecto, liderado por el biólogo experimental e investigador Silverio García-Lara, responde a la necesidad de producir alimentos más saludables y resilientes en un contexto de crisis alimentaria agravada por el cambio climático”, señaló la institución académica.
“La crisis alimentaria global es una realidad multifactorial que ha sido exacerbada por fenómenos climáticos, políticos y económicos. A pesar de que el maíz es uno de los cereales más producidos y consumidos en el mundo, su valor nutricional es limitado”, explicó García-Lara.
Agregó que, “con esta premisa, el equipo de investigación que dirijo ha enfocado sus esfuerzos en mejorar las propiedades nutricionales del maíz, un alimento básico que se cultiva en todos los continentes, y que es base de la dieta de los mexicanos, utilizando métodos tradicionales de mejoramiento genético para elevar su valor nutrimental”.
El maíz, aunque es uno de los cultivos más importantes a nivel global con una producción estimada de mil 240 millones de toneladas métricas en la campaña 2023/2024, tiene un bajo contenido nutricional en su forma convencional.
Por ello, el equipo del Centro de Biotecnología FEMSA ha centrado su investigación en mejorar las propiedades del maíz para aumentar su contenido de proteínas, ácidos grasos y carbohidratos.
El maíz nutracéutico desarrollado por el equipo del Dr. García-Lara combina características que lo hacen no solo un alimento más completo, sino que también ayuda a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, la obesidad y la hipertensión.
Esto se logra a través de la inclusión de compuestos antioxidantes y otros componentes beneficiosos como los péptidos y los ácidos grasos que han sido identificados y potenciados en las nuevas variedades de maíz.
“Este maíz nutracéutico tiene el potencial de transformar la manera en que nos alimentamos”, comentó el Dr. García-Lara. “Además de proporcionar los nutrientes esenciales, puede ayudar a prevenir y combatir padecimientos que actualmente afectan a millones de personas. No es solo una cuestión de seguridad alimentaria, sino también de salud pública”, añade.
Una de las colaboraciones más destacadas ha sido con el programa MasAgro, una iniciativa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación de México (SAGARPA) y el CIMMYT.
Este programa ha promovido la sustentabilidad en la producción de maíz en México, y el Tec de Monterrey ha jugado un papel clave al realizar el análisis nutracéutico de los materiales desarrollados, asegurando que sean adecuados tanto para los agricultores como para los consumidores.
Otro caso de éxito en la colaboración con el sector privado ha sido con una de las marcas más importantes de producción de cereales, Kellogg’s de México, donde se trabajó en la producción de maíz amarillo para sustituir la importación de este grano desde Estados Unidos.
El proyecto de seis años permitió a agricultores mexicanos del Bajío y del Pacífico producir maíz de alta calidad que cumpliera con los estándares de la empresa.
El incremento de los compuestos antioxidantes, por su parte, también tienen un impacto directo en la prevención de enfermedades crónico-degenerativas, lo que convierte a este grano en un alimento funcional con beneficios adicionales para la salud.
“La ciencia es una actividad comunitaria, y en el Tec de Monterrey estamos abiertos a colaborar con instituciones que compartan nuestro compromiso por mejorar la seguridad alimentaria y la salud pública”, concluyó García-Lara.