La cuarta revolución industrial ha puesto en el centro de las discusiones la importancia del alfabetismo digital y de datos como habilidades esenciales para la vida en el siglo XXI. En un mundo cada vez más interconectado, la capacidad para interpretar, analizar y utilizar datos no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad básica.
Sin embargo, esta transformación no ha sido homogénea. A nivel global, países como Finlandia, Singapur y Corea del Sur lideran programas educativos que integran desde edades tempranas la enseñanza del manejo de datos y tecnologías avanzadas.
Por otro lado, los países emergentes enfrentan barreras significativas, como la falta de acceso a infraestructura tecnológica, disparidades educativas y un rezago en políticas públicas para fomentar estas competencias
Sin embargo, el sunami tecnológico no se detiene y con la inteligencia artificial generativa ha alcanzado un nuevo paradigma al crear nuevas industrias, mercados y modelos de negocios, y en el que se requiere la evaluación y adopción de nuevas habilidades para poder enfrentar el panorama económico en donde la constante es el cambio.
El punto de partida conlleva el concepto de alfabetismo digital y de datos. Este se define como la habilidad de leer, escribir, analizar, comunicar y razonar con datos. Es una serie de habilidades que le permite a los individuos y organizaciones tomar decisiones informadas a través de hechos.
En el reporte llamado “The state of data & AI Literacy 2024” de Data Camp, se establece que el uso de herramientas como Open AI (ejemplo: Chat GPT) en el trabajo se duplicó en los últimos doce meses.
Esta encuesta también publica que le 62% de los líderes creen que la adopción de IA ayudará a generar algún grado de automatización en las empresas. El 57% de los líderes cree que las personas con habilidades relacionadas al alfabetismo de IA serán los menos impactados en procesos de automatización.
Aunado a lo anterior, de acuerdo con Microsoft, el 82% de los líderes de empresas opinan que sus colaboradores necesitarán nuevas habilidades para estar preparados al crecimiento de la IA.
Esto a su vez, trae consigo la evolución del manejo de datos y el nacimiento del concepto de alfabetismo en IA, el cual se define como la habilidad de entender, utilizar y guiar sistemas de IA de manera efectiva, ética y responsable.
El alfabetismo de IA va más allá de saber que existe la IA; implica entender conceptos fundamentales como aprendizaje automático, procesamiento de lenguaje natural, visión por computadora y sus aplicaciones prácticas. Además, el alfabetismo en IA también abarca el análisis crítico de los riesgos, las limitaciones y las implicaciones sociales y éticas de esta tecnología.
Este tipo de alfabetización no solo implica habilidades técnicas como el manejo de datos, sino también competencias estratégicas y éticas, como identificar sesgos en los algoritmos, evaluar el impacto en la privacidad y garantizar la equidad en la toma de decisiones asistida por máquinas.
En otras palabras, el alfabetismo en IA prepara a las personas y organizaciones para interactuar de manera inteligente y responsable con una tecnología que ya está transformando múltiples industrias.
De acuerdo con el reporte de Microsoft, el 74% de los líderes el contar historias con datos “data storytelling”, es otra de las habildades más importantes dentro de sus equipos de trabajo y el 84% de los líderes están de acuerdo con el hecho de que las organizaciones que promueven el alfabetismo en IA entre sus líderes y empleados están mejor posicionadas para tomar decisiones estratégicas basadas en datos.
Por último, una organización alfabetizada en IA está mejor preparada para fomentar una cultura de innovación. Al capacitar a los empleados en el uso de herramientas basadas en IA, se les empodera para experimentar con nuevos enfoques, optimizar procesos existentes y generar ideas disruptivas. Esto no solo mejora el rendimiento interno, sino que también posiciona a la organización como un líder en su industria.
El alfabetismo en IA no es una opción, sino una necesidad para las organizaciones que buscan prosperar en un entorno global cada vez más competitivo y tecnológico.
Al desarrollar una comprensión profunda de las capacidades y limitaciones de la IA, las empresas pueden mejorar su toma de decisiones, incrementar su eficiencia operativa, innovar en sus modelos de negocio y garantizar un uso ético de esta tecnología.
En un futuro cercano, aquellas organizaciones que no inviertan en alfabetismo en IA corren el riesgo de quedarse rezagadas en un mundo impulsado por datos e inteligencia artificial.