La depreciación de alrededor del 28 por ciento que registró el peso ante el dólar durante el primer trimestre del año, debido a los efectos del COVID-19 y a la caída en los precios del petróleo, afectará tanto las utilidades de las empresas como sus niveles de apalancamiento, señalaron analistas del mercado.
"En general, cuando se presentan este tipo de depreciaciones o fortalecimiento del dólar, se observa primero caídas en la utilidad neta, pues normalmente se tienen pérdidas cambiarias, por lo que es posible que estuviéramos viendo inclusive números negativos en las utilidades en el primer trimestre del año, por el efecto del tipo de cambio", señaló Fernando Bolaños, analista de Grupo Financiero Monex.
Agregó que a nivel operativo, es decir, el día a día de los resultados, el fortalecimiento del dólar puede complicar a las emisoras que tienen deuda en monedas que se hayan fortalecido, simplemente por la pura conversión a pesos que se hace de ésta.
Alik García, analista de Intercam Banco, señaló en un reporte que "algunas empresas implementaron medidas para mitigar los efectos del COVID-19, pero lo que sí es un hecho es que las razones de apalancamiento de las empresas tenderán a subir de manera casi generalizada, ya sea porque contratarán nuevos créditos para sortear el entorno, les afectará el tipo de cambio o porque sus utilidades serán menores en un entorno de baja demanda".
Respecto a Cemex, indicó que "la cementera ya ha tomado medidas de mitigación pero esperamos que el nivel de endeudamiento aumente hacia adelante por el importante freno en los proyectos de infraestructura y en la construcción de vivienda, además del efecto negativo por tipo de cambio dado que 67 por ciento de su deuda está denominada en dólares".
Comentó que para Alfa espera que deteriore sus métricas de apalancamiento hacia adelante por el importante deterioro que tendrá su flujo operativo, en un entorno de bajos precios del petróleo, caída en volúmenes de la industria automotriz, y bajo consumo.
"También afectarán los movimientos por tipo de cambio porque aproximadamente 73 por ciento de su deuda está en dólares, mientras que 31 por ciento de sus ingresos provienen de Estados Unidos y Canadá", destacó.
García comentó que en este contexto, las estrategias para mitigar el efecto de un mayor apalancamiento en el corto y mediano plazo incluyen: aplazar inversiones, disminuir capacidad, mejorar la eficiencia, vender activos y/o postergar distribuciones.
Bolaños destacó que a lo mejor en los resultados operativos de las empresas como son las ventas y Ebitda todavía no tendrán el impacto muy fuerte por el tipo de cambio, pues la mayor parte de la caída del peso ante el dólar se registró en marzo y las operaciones de enero y febrero no se vieron afectadas por este factor.
"Para el tema de la deuda este movimiento sí les afecta, pero para el tema de las ventas no en su totalidad, aunque al final del trimestre los resultados de ventas y Ebitda podrían estar presionados y de mantenerse este tipo de cambio hacia el impacto hacia adelante sería mayor", indicó.