Monterrey

Antonio Rodríguez: Si el SAT supiera…

El Servicio de Administración Tributaria tiene más de 10 años en un proceso constante de adaptación tecnológica para procesos y fiscalización.

Las funciones del Contador Público le permiten tener una sensibilidad "a nivel de cancha" de la situación de la economía, pues su contacto directo con empresas, negocios y trámites ante autoridades le facilita percibir lo que se requiere de cada parte.

Estamos cerca de cumplir un año de vivir en una situación de emergencia sanitaria, donde las autoridades de salubridad han hecho un gran esfuerzo por entender el entorno y salvaguardar la salud de la población; y como en todo han ido ajustando sus medidas viendo los resultados y consecuencias provocados. Tanto el SAT (Servicio de Administración Tributaria) como las empresas han seguido las medidas indicadas, entre ellas el reducir contacto físico entre personas con reducciones de horarios o incluso cierres temporales de operaciones.

La mayoría de las empresas, en su objetivo de preservar su actividad económica y fuentes de empleo, se han "reinventado" adoptando nuevas formas de operar con base en tecnología y atención a domicilio de clientes. Este rediseño del mercado también ha provocado nuevas oportunidades de negocio, lo que ha requerido la apertura de nuevas empresas.

El SAT tiene más de 10 años en un proceso constante de adaptación tecnológica para procesos y fiscalización. Con la entrada de la firma electrónica, declaraciones en línea y factura electrónica (cfdi)han adecuado sus sistemas de atención y cumplimiento a contribuyentes y como consecuencia también han recabado mucha información de los contribuyentes.

Sin embargo, para algunos procesos trascendentales para la operatividad de empresas y contribuyentes se sigue requiriendo la presencia física en las oficinas del SAT, por citar algunos ejemplos: para iniciar nuevas empresas, reactivar firmas electrónicas ya vencidas, generar firmas electrónicas para personas físicas que no la tenían y que por sus nuevas actividades empresariales la requieren (recordemos que este año "pandémico" hubo desempleo y muchos de los afectados quieren iniciar su autoempleo o algún negocio), liquidar empresas, entre otras.

Desde hace algunos años el SAT ha tomado la decisión de atender contribuyentes en sus oficinas por citas, poniéndolos a disposición en su portal www.sat.gob.mx. Con la restricción física impuesta se redujeron también considerablemente la disponibilidad de estas, afectando la RECUPERACIÓN ECONÓMICA de muchos negocios.

Y es que esto de las citas se ha convertido en un juego de "suerte", pues la autoridad libera citas sin seguir un patrón de horario o día y manteniendo la reducción de citas disponibles a causa del Covid-19. Todo esto ha provocado un gran rezago de trámites entre empresas y negocios del sector formal a nivel regional y nacional. Durante el año 2020 se realizó una encuesta entre miembros del Instituto de Contadores Públicos de Nuevo León (ICPNL) para conocer el nivel de necesidad de trámites entre las empresas que tenían contacto y la suma de citas requeridas era de más de 650 para diversos trámites. Por tanto, si esto le llevamos a nivel nacional en un ejercicio imaginario, ¿de cuantas citas atrasadas pudiéramos estar considerando?

Cada cita atrasada repercute económicamente en la actividad nacional de alguna u otra manera: imposibilidad de facturar o de cobrar de un contribuyente, alguna(s) fuente(s) de empleo que no se puede(n) crear o formalizar, no cumplir con alguna declaración fiscal con la posibilidad de incurrir en multas, por mencionar algunas.

A casi un año de estar viviendo esta situación de emergencia sanitaria no se ha podido dar solución a esto con nuevos procesos de atención de la autoridad; por ejemplo: con esquemas híbridos de atención, aprovechando sinergia de información de contribuyentes que ya tienen con bases de datos de otras dependencias federales y la fusión de herramientas de telecomunicaciones, o condicionar la presencia en oficinas del SAT para validar solamente la información. Hay mucho talento humano en el SAT que haciendo uso de técnicas de reingeniería de procesos pueden dar soluciones a la "nueva realidad", tal y como lo han hecho muchas empresas para permanecer vigentes.

Si el SAT supiera:

-Que miles de contribuyentes lo buscan todos los días y a todas horas para poder hacer una cita para cumplir con sus deberes ciudadanos

-Que se han invertido miles de horas hombre del país al estar atentos a su página para poder sacar una cita, ya sea en horas laborales, nocturnas o de madrugada, provocando un desgaste de energía innecesaria;

-Que se han hecho a nivel nacional redes de comunicación para avisarse entre contribuyentes del momento en que hubiera citas disponibles, pues entre los mismos se reconoce lo relevante que es esto para la supervivencia de otros;

-Que hay contribuyentes que consiguen citas en estados de la república donde no son residentes, ante la imperiosa necesidad y a pesar de costos y riesgos de los traslados;

-Que se espera que el personal de sus oficinas se siga cuidando de la emergencia sanitaria, como toda la población, pero que también se espera que se adecuen a la nueva realidad en sus procesos de atención;

-Que se espera una apertura de horarios de citas, incluso en guardias 24 X7, como solución;

-Que su función es vital para la reactivación económica del país, que es lo que todos queremos.

El rezago en citas para trámites fiscales es alarmante y con eso su respectivo impacto económico en familias, negocios y sociedad.

Lo más seguro es que el SAT todo esto ya lo sabe, pero queremos recordarle que la situación continúa y se requieren nuevas medidas de solución. Si usted cree que no es así, hágale saber esto.

Finalmente, recordarle al SAT que todos somos México y que los actores económicos, los contribuyentes, requerimos Solidaridad.

Opine usted: Difusion.vp@icpnl.org.mx

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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