Monterrey

Cesáreo Gámez: Pesimismo

Los Indicadores de Confianza de Consumidor y Empresarial, mostraron señales negativas en febrero de 2020.

Las expectativas y la confianza de los agentes económicos sobre la economía mexicana muestran señales de pesimismo al inicio de 2020. Esto se detecta en la opinión de analistas privados y organismos internacionales, así como en las encuestas que elaboran el INEGI, el Banco de México y diversos medios de comunicación

En la última encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, levantada por el Banco de México en la última semana de febrero, el pronóstico de crecimiento del PIB para 2020 se redujo de 1.0 a 0.91 por ciento.

Para 2021 el pronóstico se recortó a 1.6 por ciento, mientras que para los próximos 10 años los analistas entrevistados por el Banxico anticipan un crecimiento promedio del PIB de 2.1 puntos porcentuales.

Esta baja en las expectativas también se ha registrado en otros organismos como la OCDE y Goldman Sachs.

Por otro lado, los indicadores de confianza empresarial (ICE) mostraron señales negativas en febrero de 2020. Tanto el ICE correspondiente a las manufacturas, como el comercio, la construcción y los servicios no financieros se redujeron el relación al mismo mes del año pasado.

El ICE de las manufacturas se redujo en 5.8 por ciento, y los correspondientes al comercio, la construcción y los servicios registraron disminuciones de 3.7, 3.1 y 4.1 puntos porcentuales, respectivamente.

El subíndice de los ICE más afectado fue el correspondiente a si el momento actual es adecuado para invertir. Este rubro cayó en 10.2 por ciento en la industria manufacturera, 7.2 por ciento en la construcción, 5,2 puntos en el comercio y 2.8 por ciento en los servicios no financieros.

El pesimismo se observa también en el Indicador de la Confianza del Consumidor (ICC). El último reporte del INEGI muestra que el ICC muestra una disminución en febrero de 2020. El subíndice más afectado en el referente a la situación esperada del país dentro de doce meses, que registró una disminución de 11.3 por ciento

También se pueden observar síntomas de pesimismo en la calificación del Presidente López Obrador. De acuerdo con la encuesta que levanta El Financiero, la calificación de nuestro primer mandatario durante febrero de 2020 fue de 63 por ciento, ocho puntos menos que la registrada en enero y 20 puntos menos que la registrada en febrero de 2019.

Resultados similares fueron obtenidos en una encuesta realizada por el Grupo Reforma, en donde se muestra que la popularidad de nuestro primer mandatario disminuyó 19 puntos entre marzo de 2019 y el mismo mes de 2020.

La confianza y la popularidad entre la población y los agentes económicos eran dos de los principales activos con los que contaba Andrés Manuel López Obrador al iniciar su mandato.

Al parecer, la persistencia en tomar decisiones polémicas o francamente equivocadas, así como sus actitudes ante los diferentes problemas que enfrenta el país han tenido efectos negativos en estos aspectos.

Esto podría reflejarse en la incertidumbre de los agentes económicos, con los efectos subsiguientes en la inversión, el crecimiento y el empleo.

CRECE GASTO EN ENERO

El gasto total de gobierno federal se incrementó 4.2 por ciento en términos reales, de acuerdo a datos dados a conocer por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Con esto, se cumplen tres meses consecutivos con incrementos reales en el gasto federal.

El incremento más fuerte se registró en el gasto de capital, que aumentó en 95.5 por ciento. En especial, llama la atención el incremento en el gasto en obras públicas, que pasó de 15.9 millones de pesos en enero de 2019 a cuatro mil 741 millones, lo que representa in incremento de 29 mil 710 por ciento.

El repunte del gasto público es uno de los aspectos positivos de la economía, ya que en el corto plazo deberá reflejarse en la actividad y el crecimiento de la economía mexicana.

Opine usted: cesareo.gamezgr@uanl.edu.mx

El autor es economista de la UANL, con Doctorado en la Escuela de Graduados de Administración y Dirección de Empresas (EGADE) del ITESM. Es profesor de la Facultad de Economía de la UANL y miembro del SNI-Conacyt.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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