Terminamos hace un par de semanas un 2020 muy complejo, sin embargo, no se terminaron junto con el año los grandes retos que surgieron en ese periodo. Iniciamos entonces este 2021 en el que las empresas en México tienen la apremiante necesidad de hacer frente a dichos retos.
El sector energético, y en particular la industria eléctrica, no ha quedado exento de situaciones complejas en 2020 así como un panorama tremendamente retador para este año. Estas condiciones en la industria energética son de mucho interés para las medianas y grandes empresas consumidoras de electricidad en México, especialmente aquellas en las que los costos de energía tienen mayor peso relativo.
Los directivos de empresas deben estar muy conscientes de la buena disponibilidad que existe actualmente de grandes oportunidades en la compra de energía eléctrica y, también al mismo tiempo, la inminente escasez esperada en el mediano plazo de este tipo de alternativas. En función de ello, 2021 representará para muchas de estas empresas la última llamada para poder optar por la contratación del servicio eléctrico en condiciones muy competitivas y generar así grandes ahorros en energía.
Es ampliamente conocido que la regulación energética en México pasó por varios cambios durante el año que acaba de terminar. En todos los medios de comunicación se comentó acerca de la presión que se ejerció sobre las energías renovables, el incremento en las tarifas de porteo y la ola de amparos que vinieron en consecuencia. Por ello, hay personas que tienen la impresión de que existe una suerte de prohibición o parálisis en la generación y comercialización de energía eléctrica. Esto es muy lejano a la realidad, pues existen varios esquemas regulatorios para que una empresa obtenga energía eléctrica distinta a CFE Suministro Básico. El claro ejemplo de ello es el Suministro Calificado que, en términos generales, prácticamente no sufrió afectaciones inmediatas por estos cambios regulatorios.
Bajo el esquema de Suministro Calificado, una empresa consumidora de electricidad tiene, al día de hoy, una amplia variedad de alternativas para contratar el servicio de energía a precios entre 10 y 30 por ciento inferiores a las tarifas de CFE. La mayor parte de los clientes que hemos asesorado en este proceso han además logrado estas condiciones favorables en contratos a plazos cortos, lo que les da la flexibilidad para la toma de decisiones futuras. Los Suministradores Calificados están mostrando una alta disposición para negociar y adaptarse a las condiciones requeridas por las empresas consumidoras. Esta gran apertura de los Suministradores Calificados, a su vez, está motivada por el panorama complicado que les espera para el mediano plazo.
Los cambios regulatorios de 2020 junto con los ajustes de dirección adoptados desde el inicio de la actual Administración Federal han desalentado fuertemente la inversión privada en el sector eléctrico, especialmente la extranjera. Muchos proyectos de generación en etapas tempranas han sido pospuestos o cancelados debido al contexto de incertidumbre al que quedaron sujetos. En contraparte, los proyectos ya operativos con capacidad disponible están buscando, con cierta prisa, certeza de ingreso acomodando la energía que aún no se ha vendido a usuarios finales. Considerando que veremos una sequía de proyectos nuevos por un tiempo, y que los proyectos con capacidad disponible están enfocados en vender esa energía a la brevedad, la oportunidad existente ahora se hace evidente.
Las grandes y medianas empresas consumidoras de electricidad tienen en este inicio de 2021 la oportunidad de conseguir tarifas y condiciones muy competitivas con acuerdos flexibles. Dadas las condiciones de escasez esperadas en el mediano plazo, este año pudiera ser el último en algunos años en donde la variedad y competitividad de las alternativas es tan buena. Los nuevos proyectos de generación, aún si se empezarán a desarrollar el día de hoy, no estarán listos en menos de 3 años, por lo que si consideramos que en un escenario optimista empezáramos a ver nuevos desarrollos en 2022, las nuevas alternativas estarían disponibles a partir de 2025.
Dependerá de cada empresa el informarse y asesorarse correctamente para poder tomar este último llamado de 2021 y tener ahorros en energía para hacer frente a la compleja situación económica.
El autor es director general de EPSCON, firma de consultoría especializada en aprovisionamiento de energía eléctrica para empresas medianas y grandes.
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