Monterrey

Hiram Peón: Ahora, es el momento de cambiar

Si queremos resultados distintos tenemos que hacer cosas distintas.

Cuando estamos en un espacio de confort con una rutina bien establecida, horarios, salud, un trabajo y un ingreso razonables; todo parece estar controlado y entonces nuestra actitud es: estamos bien así, no le muevas. Está claro que en esas condiciones no queremos que haya cambios.

Incluso así, en esas condiciones es muy cómodo esperar que las cosas no cambien y si cambian, bueno, que cambien solas. Es como ver los toros desde el burladero, desde la barrera.

Sin embargo, los tiempos que estamos viviendo nos están obligando a cambiar.

Podríamos llegar a pensar que, dadas las circunstancias, solamente somos nosotros los que estamos apretados. Los que estamos escasos de recursos, los que no tenemos proyectos, los que perdimos el empleo. No es así.

De acuerdo con las cifras del INEGI se han perdido más de 12 millones de empleos, esto significa que hay igual número de familias sin ingresos. También significa que cerraron más de 10 mil empresas, de acuerdo con datos del mes de mayo del IMSS.

Es por ello que vemos iniciativas de todo tipo ofertando no solo productos y servicios, sino también la venta de bienes usados en todas las redes. Están creciendo como hongos y todos en la informalidad.

Desde luego esto no compensa la pérdida de los empleos o de las fuentes de trabajo, pero es un paliativo menor.

Este impacto en la reducción del empleo y en la contracción del crecimiento de las empresas afecta también a personas de las que podemos pensar que tienen recursos ilimitados.

Creemos que esas personas no tienen de que preocuparse, pueden sentarse a esperar que las cosas cambien. Pero esto tampoco es así.

Para muestra aquí está un botón: el descalabro de la empresa FAMSA, oriunda de Monterrey y que ahora está intervenida para proteger a los ahorradores de su banco.

Mientras nosotros nos preocupamos con obtener recursos para pagar los recibos de los servicios de la casa, ellos, los dueños de FAMSA o los directivos de las empresas están preocupados por cientos de millones de pesos que requieren para mantener a flote las empresas. Los resultados de empresas regias como Cemex, Alfa, Vitro, Femsa, Axtel, nos dicen claramente que la contracción forzada afectó flujos, ingresos, ventas y desde luego utilidades .

Y todo se lo debemos al dictadorcito tabasqueño.

Esto no significa que los anteriores gobiernos, Peña Nieto y todos los anteriores presidentes, lo hayan hecho mejor o que quisiéramos que regresen al poder. No, esa no es la idea, porque ellos también provocaron descalabros económicos con sus medidas. ¿Alguien ha podido olvidar los gasolinazos que nos recetaron? ¿Alguien recuerda las promesas de éste engañador, sobre bajar la gasolina, bajar la electricidad, no más impuestos, no más deuda externa?

Este pequeño personaje gano las elecciones porque la clase media del país estaba harta de ser explotada con impuestos, el alza de precios y perseguida por hacienda. Esta es la triste realidad nos dejamos llevar por el canto de las sirenas y como a Odiseo lo durmieron los lotófagos, así nos durmieron con promesas.

El despertar del sueño fue una horrible pesadilla. Ya no buscamos quien nos la hizo sino quien nos lo pague. Pero esto tampoco es así. Cada quien tendrá que decidir con mesura que pasos dará y en qué dirección.

Por lo pronto existe una gran oferta de cursos, actualizaciones, maestrías y diplomados, on line, que provienen de todo el mundo.

En seis o doce semanas, cualquier graduado, puede obtener una nueva habilidad que le abra las puertas de los nuevos derroteros tecnológicos: administración de proyectos de alta complejidad, expansión comercial digital, análisis de big data para toma de decisiones estratégicas, por mencionar algunos.

Y los oferentes son las más prestigiadas universidades del mundo y a precios accesibles. Me refiero a universidades como Kellogg, Berkeley, MIT Sloan, Cambridge, Columbia, por mencionar algunas.

Las universidades mexicanas ofrecen también estas oportunidades, es solo que están fuera de la realidad, sus precios no son accesibles, no están al nivel de competir.

Pero eso es irrelevante. Lo realmente importante es que existe la oportunidad de cambiar, de aprender y obtener nuevas habilidades y con ellas generar un cambio en la vida.

Recuerda si tú cambias, el mundo cambia contigo. El mejor activo en el que debes invertir eres tú mismo. Lo que sabes siempre viaja contigo.

Estamos en una situación difícil, la economía y el gobierno no ayudan. Pero ¿cuándo hemos necesitado vejigas "pa nadar" los regiomontanos? Mucho ayuda el que no estorba, eso es lo único que le debemos pedir a este gobierno politiquero.

Si queremos resultados distintos tenemos que hacer cosas distintas. Finalmente no hay límites para un corazón atrevido y una mente indomable.

No perdamos la esperanza. Hasta la próxima.

El autor es experto en comunicación corporativa y situaciones de crisis. Cuenta con un MBA del ITESM .

Opine usted: hirampeon@gmail.com

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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