Estamos cumpliendo un año de que el Covid-19 llegó a Nuevo León, muchos pensamos que era de forma "temporal" y a la fecha, no le vemos un fin por lo menos a mediano plazo. Sin duda, se ha hecho un gran trabajo por parte de los profesionales de la salud: médicos, enfermeras, químicos, además del personal de limpieza de los hospitales.
Hoy quiero referirme a la importancia de la nutrición en estos tiempos. Una muy buena colega que trabaja en un hospital público me comentó: "Me dejaron en doble turno por estar saludable y a mis compañeras que tenían algún problema como sobrepeso o alguna complicación, las mandaron a su casa"; esto me llevó mucho a la reflexión ya que algunos no le damos la importancia al tema de permanecer saludables.
El INEGI reporta que entre 7 y 8 personas de cada 10 mayores de 20 años, enfrentan un problema de obesidad, lo cual representa un 3.9 % mayor que lo reportado en la edición del 2012. Existen 8.6 millones de personas que padecen diabetes mellitus y 15.2 millones de personas con hipertensión arterial; ¿Hemos hecho algún cambio positivo en este año?.
Pero, ¿qué es lo que puede hacer una diferencia ante este drástico virus? Se dice que, la nutrición tiene un papel fundamental ante al coronavirus. Entonces, ¿será que una dieta desbalanceada podría ser un factor promotor ante esta enfermedad infecciosa? En estos tiempos de pandemia, se ha empezado a considerar el rol que tiene la nutrición en la prevención y el tratamiento de diversas enfermedades. De hecho, se ha considerado la frase de Hipócrates "Deja que el alimento sea tu medicina y la medicina sea tu alimento".
El confinamiento se consideró el método más seguro para poder prevenir los contagios del virus, es así como se nos recomendó salir solo para conseguir aquello que sea indispensable. Esta medida de prevención pudo llegar a ocasionar malos hábitos de alimentación, ya que, al estar todo el día en el mismo lugar, tenemos mayor disponibilidad de consumo de ciertos alimentos, provocando una ingesta elevada de energía, ante este tipo de situaciones se ha visto que las personas prefieren el consumo de carbohidratos con azúcar, ya que estos influyen en el estado de ánimo, fomentando el sedentarismo debido a que todo se realiza desde casa. Se ha comprobado que el confinamiento ha aumentado los casos de alteraciones en la salud mental y en algunas enfermedades como la ansiedad y depresión, lo que afecta directamente a la salud de la población. Se ha demostrado que llevar una alimentación balanceada juega un papel significativo en la prevención de los efectos que produce este virus, ya que el llevar una dieta completa y saludable propicia a que las personas cuenten con un sistema inmunitario fuerte.
La nutrición tiene un rol importante en el sistema inmunológico, y, por ende, puede disminuir el riesgo de presentar alguna infección viral como el COVID-19. Entonces, para fortalecerlo es necesario realizar una ingesta adecuada de hierro, zinc y de vitaminas A, C, D, E, B12 y B6. Algunos de estos favorecen el sistema inmunológico, dado que protegen a las mucosas. En particular, la vitamina C tiene como papel fortalecer el sistema inmune y la vitamina A es crucial para la maduración de las células inmunitarias. Por otro lado, si hay una elevada ingesta de ácidos grasos saturados puede conllevar a lipotoxicidad aumentando la penetración de los macrófagos en los pulmones.
Aunque no existen alimentos milagrosos, existen algunos que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico y a protegernos contra el virus. La alimentación saludable es la clave ante estos tiempos, se necesita empezar a tener un estilo de vida saludable donde se promueva una dieta balanceada, inocua, equilibrada, completa, suficiente y variada. Estas son algunas de las recomendaciones a seguir:
- Consumir por lo menos 5 raciones entre frutas y verduras al día como manzana, fresa, plátano, piña, naranja, pimiento verde, ajo, brócoli, entre otros;
- Consumir cereales integrales como arroz, avena; moderar el consumo de carne roja,
- Limitar la ingesta de sodio y de grasas saturadas, consumir ácidos grasos omega-3 y 6 como pescados blancos, nueces, aceites vegetales, entre otros.
- De igual forma, se recomienda no cocinar tanto las verduras, ya que se pueden perder sus propiedades nutricionales.
- Es indispensable, además, tener una buena hidratación ya que el agua se encarga de transportar los nutrientes a la sangre y eliminar todos los desechos.
Otro punto considerable es la actividad física la cual ha sido todo un reto, especialmente si lo realizabas fuera de casa. Alguna vez mi maestra me dijo; "¿Quieres hacer ejercicio? Bien, sólo necesitas un metro cuadrado, además de ganas."; ¡Cuánta razón tenía! De ser corredora recreativa a no salir ha sido un tema muy difícil, sin embargo, nada se compara con preservar la salud y permanecer seguros en casa.
Otro punto bastante importante es cuidar nuestras horas de sueño y descanso, respetar nuestros horarios de comida (aún más difícil) y sí, es un esfuerzo quizá mayor que la salud nos lo va agradecer.
La autora es directora de Programa y Departamento de la Licenciatura en Nutrición de la Universidad de Monterrey. Cuenta con una maestría en Nutrición por la Universidad de León, España y una en Ciencias de la Educación, por la UDEM.
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