Monterrey

Jesús Garza: Banxico en postura “dovish”

La baja cifra de la inflación abre incluso la puerta para que la disminución sea de hasta 50 puntos base.

Para cuando tu hayas leído este artículo es muy probable que el Banco de México haya decidido reducir la tasa de interés. Esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la inflación para la primera quincena de septiembre la cual se ubicó en 2.99 por ciento anual. Lo anterior debido a la fuerte desaceleración de los precios del componente no subyacente, el cual registró un incremento porcentual anual de solamente 0.57 por ciento. Al interior destaca la caída en la variación de los precios energéticos, en -2.87 por ciento. Si bien la inflación ya se encuentra en el centro de la meta de la autoridad monetaria, la inflación subyacente, la cual está más relacionada con los efectos de la política monetaria se mantuvo en niveles elevados, en 3.78 por ciento. De hecho, no ha podido consolidar una tendencia descendente.

Así, es muy probable que el Banco de México continúe con los recortes a la tasa de interés. La baja cifra de la inflación abre incluso la puerta para que la disminución sea de hasta 50 puntos base. Es evidente que el estancamiento de la actividad económica está apoyando a una menor inflación, pero debemos estar alertas ya que gran parte de la reducción de los precios al consumidor se de debió al componente más volátil, la inflación no subyacente. Recientemente se observó un ataque hacia la empresa saudí ARAMCO, reduciendo su capacidad de producción a la mitad. Inmediatamente los precios del petróleo comenzaron a subir. Los precios de las gasolinas y otros derivados podrían verse afectados por este hecho. Esto perjudicaría a la inflación general.

Además, persisten los riesgos en el mediano plazo para la inflación. El periódico Financial Times del Reino Unido mencionó recientemente que el presupuesto para el próximo año no alcanza y no está dirigido para detonar el crecimiento económico. Resalta la falta de inversión en infraestructura. El plan de negocios de Pemex dejó mucho que desear, sobre todo con lo relacionado con los fuertes pasivos de la empresa productiva del estado y los recursos que se destinarán hacia ella. Ante un escenario adverso, las calificadoras podrían recortar la calificación de Pemex y del país y con ello propiciar la depreciación del peso. Una depreciación de la moneda generaría presiones inflacionarias. Por último, la guerra comercial entre los Estados Unidos y China está generando un alza global en algunos precios que en su momento podrían repercutir en el país.

Así, esperemos que Banxico recorte la tasa de interés esta semana, pero la autoridad monetaria no puede cantar victoria aún, ya que persisten riesgos latentes al alza para la inflación hacia adelante.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

También lee: