La ratificación del T-MEC y su implementación son buenas noticias para el país si bien se enfrentarán nuevos retos. Recordemos que más del 80 por ciento de las exportaciones nacionales se dirigen hacia EUA y que además la mitad de la inversión extranjera directa proviene del país vecino. No solo eso, sino que la industria de los tres países está altamente integrada. Por ese lado, la continuación de un tratado comercial es bienvenido.
Sin embargo, existen retos y oportunidades hacia adelante con el T-MEC. Primero, porque la renegociación es más estricta con el tema laboral. Algunos procesos se deberán pagar a un mínimo de 16 dólares la hora y el contenido regional aumenta importantemente. Una gran parte de los insumos que se manufacturan en el país provienen de Asía y otras regiones. Segundo, porque algunas medidas adoptadas por el gobierno federal están generando preocupación en algunas empresas estadounidenses, sobre todo en el sector energético. Será muy importante darles certeza y seguridad a las inversiones privadas en este sector.
El T-MEC también trae nuevas oportunidades para el país. La persistente guerra comercial entre EUA y China y el Covid están presionando a muchas empresas que estaban en Asia comiencen a migrar a otras regiones, una de las cuales será México. La cercanía con EUA y el acuerdo comercial son puntos clave para ello. Será importante generar las condiciones necesarias para atraer a estas empresas. Condiciones como seguridad, estado de derecho entre muchos otros factores.
Finalmente, es importante reconocer que si bien, el intercambio comercial es muy importante para comenzar la reactivación de la economía nacional, no es suficiente. En el 2019, la economía de EUA tuvo un crecimiento económico importante y se reflejó en un sector externo mexicano dinámico. Las exportaciones netas crecieron en alrededor de tres por ciento anual. Aún así, la economía se contrajo 0.3 por ciento en el mismo año, reflejo de una fuerte desaceleración de la inversión fija bruta.
Una recuperación rápida dependerá de fomentar a la inversión doméstica y la atracción de inversión extranjera. La apertura del sector energético fue muy importante para detonar la inversión, sobre todo en exploración de petróleo en aguas profundas y en energías renovables. Una economía más liberal y con mayor flexibilidad contribuirá a una recuperación económica más ágil.
Así, el T-MEC son buenas noticias para el país, pero deberá ser acompañado por medidas que atraigan a la inversión que es muy necesaria para detonar el crecimiento económico del país.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.