Esta semana la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó el paquete económico para el próximo año. Dentro del marco macroeconómico la SHCP estima que la economía caerá este año ocho por ciento anual y que crecerá 4.6 por ciento anual en 2021. Estas estimaciones parecen muy optimistas, de hecho, la última encuesta de Citibanamex de los analistas del sector privado sugiere que la economía se contraerá en promedio alrededor de 10 por ciento anual este año. Asimismo, el promedio de crecimiento estimado para el próximo año de acuerdo con la misma encuesta es de 3.3 por ciento anual.
Así, creo que las estimaciones de la SHCP son muy optimistas, sobre todo si consideramos que a partir de estos indicadores se estiman los ingresos federales del próximo año. Además, el mismo paquete económico pronostica que el crecimiento anual a partir de 2021 será de 2.5 por ciento anual. De acuerdo con estas cifras, la economía se estaría recuperando en aproximadamente tres años. Sin embargo, es improbable que se observen estas cifras en el mediano plazo debido a dos factores.
Primero, por el cierre de miles de Pymes debido a la falta de apoyos fiscales para proteger los empleos, y segundo, por la persistente caída de la inversión fija bruta desde mediados de 2018. Este último factor es el más importante para aumentar la capacidad productiva de largo plazo, es decir, el crecimiento económico potencial. Además, la economía mexicana ha crecido en promedio 2.5 por ciento anual en los últimos 30 años con un nivel de inversión de alrededor de 20 por ciento del PIB. Hoy en día la inversión se ubica en 17 por ciento del PIB. Lo anterior probablemente se reflejará en tasas de crecimiento promedio por debajo del dos por ciento anual.
En la inflación esperada resalta que el paquete económico espera que los precios al consumidor registren un crecimiento de 3.5 por ciento a finales de este año y de tres por ciento en 2021. La última cifra de inflación se ubicó en cuatro por ciento anual en agosto registrando una tendencia al alza con cuatro meses de aumentos consecutivos. Los analistas esperan que inflación se ubique en 3.7 por ciento anual este año. Aún y con la fuerte caída de la demanda agregada, la inflación se mantiene en niveles elevados. Lo anterior podría limitar las herramientas de política monetaria de Banxico.
Asimismo, la SHCP espera que la tasa de interés se ubique en cuatro por ciento anual. Esto en un entorno donde la tasa se ubica en 4.5 por ciento y la inflación continúa creciendo. No estoy tan seguro de que Banxico continuará con una política monetaria acomodaticia dadas estas circunstancias. De no continuar reduciendo la tasa de interés objetivo la deuda gubernamental podría verse afectada.
En materia de equilibrio fiscal el paquete busca obtener un superávit fiscal primario en el futuro, algo que se ve muy improbable debido a la esperada caída en ingresos, tanto tributarios como no tributarios. Destaca la fuerte inversión en Pemex y que la gran mayoría de la inversión en infraestructura se irá a los proyectos emblemáticos del gobierno. Además, se espera mayores recortes al gasto público lo que podrá perjudicar la recuperación económica en el 2021.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.