Desde hace tres años empezaba escuchar en las pláticas de alumnos y de algunos amigos que el tema de moda era el de apuestas deportivas, y cada semana era más frecuente escuchar tecnicismos propios de este ambiente y la comparación entre las características y beneficios de "las nuevas casas de apuesta".
Con lo anterior y tratando de evitar la sugestión, era notable la nueva ola de publicidad y de promociones en los diferentes medios para dar a conocer a las plataformas de las apuestas deportivas. Parecía que un nuevo negocio se estaba consolidando en los hábitos de entretenimiento y ocio de las personas.
Era obvio, con la tecnología ahora es más fácil acceder a información de cualquier parte del planeta, de cualquier deporte, realizar análisis en tiempo real y estar conectados a cualquier evento deportivo del mundo. Prácticamente hasta podemos enterarnos de lo que pasa en la liga canadiense de curling.
Aquí empiezan números que impactan y que dejan ver la evolución de esta industria. Según datos de las casas de apuestas locales, el negocio online en el sector deportivo crece un 50 por ciento por año con apuestas promedio entre 500 y mil pesos, teniendo un mercado potencial de 10 millones de usuarios que van de los 25 a los 45 años, y, aunque actualmente representa un 5 por ciento de los ingresos de las compañías de juegos y apuestas, los expertos mencionan que podría llegar al 10 por ciento en los próximos 10 años.
Otro dato a considerar, y como se imaginarán en estos tiempos Millennials, el 70 por ciento de las operaciones ocurren desde un teléfono celular, ya que prácticamente es lo único que se necesita junto con una tarjeta de crédito.
Al ser digital, podríamos decir que la cancha está más pareja para todos los competidores en comparación al formato tradicional de sucursal; es más, saliendo un poco de nuestro país, en muchas naciones latinoamericanas las casas de apuestas en físico no son permitidas, pero, obviamente, ¿quién va a bloquear internet para que no existan las apuestas digitales? Por este motivo, al no existir barreras de entrada, en los últimos años han llegado empresas extranjeras al ver lo atractivo que se ha vuelto para los mexicanos esta diversión.
En estas plataformas llega a haber más de 110 apuestas diferentes en un mismo evento, lo que hace que el propio partido de fútbol, como ejemplo, llegue a quedar en segundo plano y la diversión sea otra. Los favoritos de los apostadores y quienes se disputan el mercado son Bet365, Bwin, BetCris, 888 y, como es de esperarse, el portal mexicano Caliente.mx, quien se ha desprendido de lo tradicional para apostarle al público online e imitar lo que muchas industrias están realizando al automatizar muchos de sus procesos, disminuyendo así radicalmente sus costos y gastos fijos y generando utilidades automáticamente.
Otro participante que ha incursionado en este universo desde el 2005 es Grupo Televisa con su unidad de negocio PlayCity, en donde, según su último reporte anual de 2017, las apuestas en el segmento de otros negocios representaron 39.8 por ciento de esos ingresos. Se trata de resultados bastantes interesantes tras los problemas que Televisa ha mostrado en periodos pasados con su verdadero core de negocios: los contenidos. Esto ha provocado rumores que afirman que se desprendería de este jugoso negocio con todo su dolor para estratégicamente enfocarse al negocio de contenido. Tan importante es esta unidad que en la lista de compradores figura Blackstone, el mundialmente famoso fondo de inversión que incursiona en el mundo del entretenimiento; así de importante se volvió el mercado mexicano en este giro.
No todo es color de rosa, y es que esto, al estar en Internet, no se puede regular como bien ya lo habíamos comentado. Este negocio posee un comportamiento muy similar al de las apps de trading, por lo que muchos caen en fraudes al creer en las atractivas promociones, generación de riqueza rápida, pero sin conocer quién está detrás de la plataforma o la manera de salir con lo ganado, sin mencionar la "N" cantidad de robos de identidad y de datos bancarios.
En la transformación digital, las apuestas deportivas son parte de un pastel muy grande que ha sabido cómo enganchar a las nuevas generaciones, creando una nueva forma de entrenamiento de la que hay que tener mucho cuidado en una ya de por sí polémica industria.
El autor es contador y profesor Contabilidad y Finanzas de la Escuela de Negocios del Campus Monterrey.
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