Monterrey

Luz Araceli González: La vacuna contra el Covid-19, nuevos culpables

No es extraño que quienes conducen la llamada 4T sistemáticamente recurran al pueril ejercicio de “culpar” a otros de sus errores, incapacidades e ineficiencias.

En últimos días el gobierno de México encabezado por el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador y secundado por el Canciller Marcelo Ebrard han encontrado a un nuevo actor global para hacerlo "blanco" de los ataques de la administración y responsabilizarlo de la absoluta incapacidad y torpeza con la que se ha manejado la pandemia en nuestro país, particularmente en la fase actual de vacunación contra el Covid-19 la cual avanza a distintas velocidades en muchos países.

No es extraño que quienes conducen la llamada 4T sistemáticamente recurran al pueril ejercicio de "culpar" a otros de sus errores, incapacidades e ineficiencias. Ya sean exmandatarios, medios de comunicación, empresarios, grupos feministas, conservadores, "fifis" (sea lo que sea que esta expresión quiera decir) y otros, todos incluidos en la etiqueta de adversarios han sido señalados como responsables de los problemas nacionales. Ahora el lugar le tocó a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Acusar a la ONU de pasividad ante lo que denominan "acaparamiento de las vacunas por parte de los países ricos" e incluso señalar que es un "florero" no hace sino denotar la precariedad de nuestro gobierno en muchos ámbitos incluido el de su política exterior.

Como sociedad nos corresponde decir "ya basta" al gobierno y demandar un ejercicio efectivo de la función pública en pro de la sociedad sin distingos ni divisiones. Ya basta de señalar culpables y ponerse a trabajar. Ya basta que se sigan sumando lamentables defunciones a causa del Covid-19, tengamos presente que somos el país que ocupa la tercera posición a nivel global (entre más de 193 países miembros de la ONU) tan sólo superados por Estados Unidos y Brasil.

Y no estamos hablando de que los más de 180 mil muertos sean por ser un país que necesita de la ayuda oficial para el desarrollo, o de la cooperación internacional y que ésta no llegó. Las 180 mil defunciones se deben en gran medida al pésimo manejo de la pandemia que se ha implementado desde hace ya casi un año y cuyos responsables no han aceptado reencausar.

México no es un país pobre que necesite la donación de vacunas, somos la economía número 15 a nivel mundial, es decir de cerca de doscientos países en el mundo sólo hay 14 más ricos que nosotros en términos del PIB nominal, la cuestión es en dónde y para qué se destinan los recursos nacionales. La 4T señaló que no serían como las administraciones anteriores… ciertamente no lo han sido… han resultado ser aún más ineficientes cuya ineptitud se ha evidenciado en distintos rubros en los tan sólo dos años que van de la administración.

Volteemos nuestros ojos a países como Vietnam, país mucho más pobre que el nuestro (ocupa el lugar 45 en términos de su PIB nominal), tiene una población cercana a los 100 millones de habitantes y sólo ha registrado 2380 casos de coronavirus en tanto que México ya registra más de 2 millones. Vietnam sólo cuenta 35 muertos frente a los 180 mil de México. Una lección interesante para saber que una eficiente campaña de contención es sustancialmente más importante que recursos económicos y materiales en manos de ineptos.

Ya basta de responsabilizar al mecanismo COVAX, lanzado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Europea y Francia en abril del 2020, por la falta de vacunas en nuestro país. Estados como Israel han logrado, en muy pocas semanas vacunar a cerca del 80% de su población, otros estados como los Emiratos Árabes han alcanzado una cobertura de más del 50%... Estados Unidos ya ha vacunado a cerca de 60 millones de personas. Nuestro país muestra cifras ridículas, apenas se ha logrado vacunas alrededor del 1.3% de la población…

Ni la ONU, ni el mecanismo COVAX, ni los "países ricos" (aunque México sea uno de ellos y el gobierno no lo diga) harán frente a la pandemia en nuestro país. Es una responsabilidad histórica la que tiene el gobierno en sus manos. No esperemos a que se sigan sumando defunciones a lo largo y ancho del territorio nacional.

La autora es Doctora en Relaciones Internacionales, especialista en Asuntos Globales y Política Internacional. Profesora investigadora de la Escuela de Gobierno y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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