Monterrey

Marco A. Pérez: Aumenta la deuda del Gobierno Federal 725 mil millones de pesos en once meses

El adeudo está creciendo en términos reales y como proporción del PIB, en casi seis por ciento.

No obstante la promesa de no aumentar la deuda pública, la información que contiene el reporte mensual al mes de noviembre del 2019, presentado por la Secretaría de Hacienda a la Cámara de Diputados, da cuenta de un incremento en la deuda total del Gobierno Federal, que suma $725.5 miles de millones de pesos entre diciembre de 2018 y noviembre de 2019, lo que equivale a un crecimiento nominal del 8.7 por ciento, y de 6.0 por ciento en términos reales, descontando la inflación.

El desglose de esta mayor deuda, entre deuda interna, contratada en moneda nacional, y deuda externa, contratada en moneda extranjera, señala que el 85.6 por ciento de la mayor deuda contratada en los primeros once meses del año pasado, fue deuda en pesos, colocada dentro del país, por un total de $620.8 miles de millones de pesos y el 14.4 por ciento restante se contrató en el exterior en moneda extranjera, equivalentes a $104.7 miles de millones de pesos, que suman una colocación de nueva deuda de los ya consignados $725.5 miles de millones de pesos.

Si consideramos que el Producto Interno Bruto estaba creciendo al cero por ciento en los primeros tres trimestres del año, y que el Índice de Precios Implícito que utilizó el INEGI para calcular el PIB real fue de solo 2.9 por ciento, esto nos lleva a determinar que la deuda del Gobierno Federal, está creciendo en términos reales y como proporción del PIB, en casi seis por ciento, cuando la promesa era no aumentar la deuda como proporción del PIB.

Ahora bien, si revisamos la Ley de Ingresos para 2019, aprobada por el Congreso de la Unión, en el Artículo 2 de esa Ley, se le autorizó al Gobierno Federal a contratar nueva deuda interna por solo $490 mil millones de pesos, mientras que la deuda externa que se le autorizó fue de solo cinco mil 400 millones de dólares, por lo que el mayor endeudamiento contratado al mes de noviembre excede ampliamente a lo autorizado por el Congreso de la Unión.

En materia de deuda interna, el Gobierno Federal ya ejerció una deuda superior en $130.8 miles de millones de pesos, equivalentes al 27 por ciento más de lo autorizado por el Congreso, mientras que en lo referente a la deuda externa, el sobregiro es de $555.1 millones de dólares por arriba de lo autorizado.

Lo más absurdo y difícil de explicar de este mayor endeudamiento, es que de los $725.5 miles de millones de pesos de más deuda que han contratado, solo han gastado el 8.2 por ciento, es decir, tiene sin gastar $661.6 miles de millones de pesos.

Esta información se consigna en el mismo reporte, en el rubro de "disponibilidades" en la Cuenta General de la Tesorería de la Federación, y que de manera irregular se le "resta" a la deuda bruta, para consignar lo que le llaman deuda neta, concepto que no se apega a la definición contenida en la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

Es decir, para ellos, el concepto de deuda neta se obtiene restando a la deuda bruta el saldo en chequera, y de esta manera pretenden confundir el aumento real en la deuda, ya que equivale a decir que si se contrata un nuevo crédito, pero no se "gasta" y se queda como saldo disponible en la chequera, aumenta la deuda "bruta" pero no aumenta la deuda neta, cuando este no es el concepto de deuda neta, ya que éste deduce a la deuda bruta, las amortizaciones de la deuda, y no las disponibilidades en la chequera.

Finalmente, si consideramos que al mes de noviembre el Gobierno Federal tenía un déficit presupuestal de $289 mil millones de pesos, es simplemente inexplicable e inentendible, el por qué están contratando $725 mil millones de pesos, financiamiento excesivo, para quedarse casi la totalidad en la chequera.

La mayor deuda se entiende y se explica, cuando el gasto rebasa al ingreso propio y surge la necesidad de financiarlo, pero no para dejarlo en disponibilidades. Tiene la palabra la Secretaría de Hacienda.

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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