El 29 de octubre de 1929, el índice Dow Jones retrocedió casi un 12 por ciento, viniendo de un 13 por ciento el día anterior. Así nació la gran recesión que tuvo no solo a Estados Unidos sino al mundo, en una recesión. La economía real no se recuperó sino hasta 1940 y para que el Dow Jones regresara a niveles previos a la caída de 1929, tuvieron que pasar algo así como 25 años.
Algo que faltó fue la participación del FED en los mercados para brindar liquidez. Para agosto de 1929, el FED, buscando frenar la burbuja especulativa, incrementó la tasa de descuento. Eso fue el parteaguas: secó el mercado, cuando lo necesario es que la autoridad monetaria provea de liquidez a los mercados.
El FED aprendió la lección. El martes 3 de marzo, en una reunión extraordinaria, redujo la tasa objetivo de Fed Funds en medio punto para situar el rango entre el uno por ciento y el 1.25 por ciento. Bien pero no suficiente. Hacía falta más.
Más allá de la operativa bancaria, para la que se usa esta tasa, nos sirve de signaling device en el sentido de la implementación de una política restrictiva (sube la tasa de FED Funds) o laxa (baja dicha tasa).
Otro mecanismo, al que no se le presta mucha atención desafortunadamente, son las operaciones de mercado abierto. El FED de Nueva York, es el encargado de operar el SOMA (System Open Market Account) que es el fondo que contiene los activos denominados en dólares y adquiridos en el mercado abierto.
Esos valores son adquiridos y vendidos mediante operaciones de mercado abierto, llevadas a cabo con la figura de reporto (venta de un instrumento con la promesa de que se le venderá de regreso al banco o casa de bolsa en un plazo determinado -normalmente a un día- a cambio de un premio). Este es el pan de cada día para las tesorerías que cotizan para poder invertir sus excedentes.
El jueves 12 de marzo, el FED anunció un monto de $500 billones (notación americana) a tres meses para ese mismo día, más otros dos "paquetes" de $500 billones cada uno para el día siguiente. Eso suma $1.5 trillones de dólares: Por si ocupa liquidez el mercado.
Para poner las cosas en perspectiva, la economía mexicana, vale $2.4 Trillones (medido vía el Purchasing Power Parity) o $1.5 Trillones al tipo de cambio. De ese tamaño es el apoyo a la economía americana (y el miedo a una recesión como la de hace 11 años). Además, se está actuando concertadamente con acciones de política fiscal, pero eso lo comentaremos en otra ocasión.
Aún más. Otra decisión extraordinaria que tomó el domingo 15 de marzo. Bajo la tasa de Fed Funds a un rango de 0-0.25 por ciento y la mantendrá "hasta que esté seguro de que la economía ha pasado por estos eventos recientes", se mantenga un mercado laboral fuerte y se llegue al objetivo de una inflación simétrica del dos por ciento (simétrica porque buscará que no sea muy baja ni muy alta).
Adicionalmente, comprará a partir de hoy, $700 billones en bonos del tesoro y Mortgage Back Securities (Bonos respaldados por créditos hipotecarios emitidos por las agencias quasi gubernamentales Fanny Mae y Ginnie Mae).
Así mismo, en coordinación con los bancos centrales de Canadá, Inglaterra, Japón, Banco Central Europeo y de Suiza, se van a proveedor de liquidez por medio de Swaps con el dólar. Tiempos difíciles que están demandando decisiones difíciles. Solo habrá que esperar que sean suficientes para tranquilidad de todos porque lo que sigue, pudieran ser tasas de interés negativas en Estados Unidos. Se necesita bastante más que solo tener fe.
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