A pesar de que las remesas han incrementado de Estados Unidos a México, los inversionistas nacionales han decidido realizar sus inversiones fuera de nuestro país. La incertidumbre política y económica nacional ha provocado fuga de capitales al extranjero particularmente hacia los Estados Unidos.
El interés del movimiento de capitales ha sido con la finalidad de obtener rendimientos con menos riesgo en conjunto con el trámite de visa de inversionista o residencia en el país americano. Según cifras de expertos dicho trámite ha incrementado un 200 por ciento esto inició incluso antes de la pandemia.
La inestabilidad política económica ha ocasionado que empresarios vean en otros países lo que se pudiera hacer en México. Desafortunadamente para nuestro país el efecto multiplicador de fuga de capitales tiene consecuencias de impacto de crecimiento económico muy relevantes. En momentos de crisis se requiere que la iniciativa privada una fuerzas para sacar adelante la economía local. Sin embargo ante una inestabilidad pública, la inercia del movimiento de inversiones se aleja de nuestro país aún y por parte de los empresarios mexicanos.
Hay grandes oportunidades en nuestro país para generar economía y rendimientos mucho más atractivos que en países desarrollados. La crisis ha incrementado dichas oportunidades de inversión sobre todo en bienes raíces y la compra de empresas que requieren inyección de capital temporal para rendimientos a largo plazo. Pero con una política pública inestable, el riesgo se incrementa y difícilmente se llevan a cabo dichas operaciones.
Para que el empresariado mexicano mantenga sus inversiones en el país sería interesante estructurar estrategias que minimicen el riesgo identificando proyectos que no estén correlacionados con la política pública y tengan más peso en el sector empresarial.
La estructuración de fondos de capital privado con proyectos locales diversificados para minimizar el riesgo de las inversiones podría ser la estrategia de recuperación económica nacional. Los fondos de capital privado fungen como un filtro de análisis ya que sus activos se encuentran ubicados en diferentes sectores de la economía y eso crea una balanza en el riesgo aplicado a los rendimientos conglomerados del fondo.
Los fondos de capital privado nacionales pudieran incluso invertir en activos extranjeros "seguros" como bienes raíces pero manteniendo los rendimientos de los mismos en nuestro país. Además la certidumbre legal de los instrumentos financieros dentro del fondo minimizan los riesgos para los inversionistas.
Los fondos privados podrían incluso incluir proyectos de asociaciones con empresas extranjeras en nuestro país para impulsar la economía local a través de la transferencia tecnológica con manufactura local para incrementar así el contenido nacional de los bienes y productos provocando derrocha económica en nuestro país.
Exploremos varias opciones para mantener el capital mexicano en México. En época de crisis es cuando más debemos ver por nuestro país y unir fuerzas para impulsar nuestra economía local a pesar de la crisis y la política pública, México sigue siendo un país lleno de oportunidades y con un excelente capital humano para llevar a cabo los proyectos e inversiones generando rendimientos competitivos e impulsando la economía local.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.