Es un hecho indudable que la empresa, entidad creada y desarrollada por el ser humano, se ha convertido en esta época ya en un sujeto con vida propia y pareciera que se mueve por y para sí misma.
Esta entidad que legalmente tiene la categoría moral, se le dice que tiene derechos y obligaciones, además de premiársele o castigársele legal o socialmente.
Haciendo algo de historia, es claro ver que al menos en las pasadas cinco décadas la empresa se ha hecho cada vez más independiente de su creador, y para ciertos grupos sociales ha tomado un cariz inclusive hasta de índole religiosa, a quien hay que cuidar y rendirle pleitesía.
En otras palabras, el personal está para servir a la empresa y no al revés como debiera ser.
Esta autonomía aunque artificial, se ha desarrollado a tal grado que se le pide que sea socialmente responsable, es decir que tenga un comportamiento igual o semejante a su creador.
Pero la realidad es que la empresa no es autónoma ni nace, ni se reproduce por sí misma, y es más bien un conjunto organizado de personas que laboran en conjunto con un propósito determinado.
Además hay que tener presente también, que es manejada y dirigida por personas, que estas si son reales y con las características propias de los seres humanos.
Todo esto mencionado aunque pareciera banal o redundante, lo hago por la forma en que considero se ha manejado por ejemplo, el caso de algunos los sobornos que han realizado o hacen algunas empresas.
Se habla de lo que hacen estas empresas como si actuara una persona, y se le piden cuentas como si fuera una persona, y si bien es una persona moral en términos jurídicos, valdría preguntarse si todos los miembros de la organización, tanto su personal como sus accionistas ¿conocen y aceptan el ofrecer sobornos?
Sin tener la respuesta a la pregunta planteada, en este punto quiero traer a cuenta lo que concierne a la Responsabilidad Social Individual.
Me atrevo a decir que esos sobornos es una falta de responsabilidad social de quienes los hacen y los autorizan, y que si ellos tienen elevados niveles jerárquicos, de alguna manera están generando y cultivando una forma de corrupción dentro de la comunidad de personas en la organización y la están trasminando a la sociedad en general.
Además hay que considerar la contraparte; ¿los sobornos son pedidos u ofrecidos? Y si son pedidos, quienes así lo hacen ¿No deben ser también penalizados?
Las personas que reciben los sobornos son también seres humanos, personas que faltan a su Responsabilidad Social, y que en ellos su falta es igualmente grave.
Termino haciendo otra pregunta en relación a sabe en donde recae la responsabilidad. ¿El arma que dispara a alguien es responsable por la acción, o bien de la persona que utilizó dicha arma?
* Blog: http://atamayon.blogspot.com
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