Monterrey

Rafael Benavides: Texas y Estados Unidos deben retomar el liderazgo

Líder Demócrata debate sobre la importancia económica para la región en este 2020

Texas ha sido líder mundial en comercio por generaciones. Una ubicación estratégica entre economías emergentes y desarrolladas ha permitido a muchos texanos obtener la calidad de vida deseada gracias a trabajos bien remunerados en el área del comercio internacional.

Las oportunidades en el comercio solo se expanden a medida que nos aventuremos en una nueva economía globalizada donde los nuevos mercados y las nuevas demandas crearán aún más especialización y mayores beneficios tanto para los consumidores como para los trabajadores.

Como saben los verdaderos expertos en comercio, una economía interconectada depende en gran medida del fomento de buenas relaciones con sus socios comerciales. El éxito o fracaso de estos también serán nuestros.

El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) fue negociado por un presidente republicano, pero fue aprobado por un Congreso controlado por los demócratas y finalmente implementado en 1994 por el presidente demócrata Bill Clinton, quien marcó el comienzo de una era de comercio liberalizado, mercados extranjeros abiertos y prosperidad para las familias estadounidenses con la segunda expansión económica más larga en la historia de Estados Unidos (EU). El récord actual de expansión económica más larga en la historia de nuestro país lo inició el próximo presidente demócrata, Barack Obama.

USMCA – T-MEC

Este nuevo acuerdo comercial fue uno de los primeros de su tipo en conectar economías desarrolladas y emergentes con la promesa de fortalecer la fuerza laboral, salarios y la calidad de vida a los tres países, al tiempo de reducir el precio de los bienes de consumo.

El TLCAN liberalizó principalmente el comercio de agricultura, textiles y, lo más importante, la fabricación de automóviles. Esto aumentó en gran medida el número de plantas armadoras -y empleos- en México y con ello el comercio entre ese país, EU y Canadá. Esto también resultó en automóviles más asequibles y competitivos para los consumidores.

Se suponía que el acuerdo comercial no era meramente transaccional, sino una importante inversión en los tres países y una promesa de progreso para las generaciones futuras. Parte de la idea de aumentar los empleos en México era la expectativa de que ayudaría a frenar la inmigración ilegal al Norte.

Como dijo el presidente mexicano Carlos Salinas de Gortari en una entrevista de Fortune en 1992 sobre el libre comercio: "Queremos exportar bienes, no personas".

Los resultados del acuerdo comercial dos décadas después han beneficiado enormemente a todas las partes involucradas. Si bien el TLCAN no fue perfecto de ninguna manera, sí invitó a las comunidades fronterizas como Laredo y el Valle del Río Grande a tener una participación mayor en el comercio nacional y global.

Bajo el TLCAN, Laredo pasó de ser una tranquila pero empolvada ciudad fronteriza con unas cuantas calles pavimentadas a una bulliciosa metrópoli internacional con el título de puerto interior más grande de EU.

El Puerto de Laredo,- PORT-LAREDO-, también ocupó el rango de más operaciones en EU y, según algunas estimaciones, el más grande del hemisferio occidental, dos veces en un período de seis meses, de 2019 a 2020.

Mientras los republicanos continúan dejando a Laredo sin recursos, los demócratas saben que el comercio, con las adecuadas protecciones para trabajadores y el medio ambiente, es bueno para nuestra gente y que la inversión en protecciones e infraestructura fronteriza es necesaria.

El congresista demócrata Henry Cuellar ha liderado esa lucha para elevar el comercio en nuestra área. Él y otros trabajaron incansablemente para aprobar la Asociación Transpacífica bipartidista y más tarde el USMCA en el Congreso.

El USMCA – T-MEC-, fue una oportunidad para reescribir el TLCAN en una era donde la tecnología y la demanda de bienes y servicios se han transformado. La aparición de nuevos mercados en Asia también ha aumentado la competencia en todo el mundo. El acuerdo nos brinda una oportunidad increíble, pero se pierde bajo una miope administración.

Se suponía que Texas, junto con EU, México y Canadá celebrarían la implementación del nuevo acuerdo comercial para el siglo XXI el 1 de julio. En cambio, fuimos testigos de la mayor crisis económica y de salud de la historia moderna. Muchos enfrentan miedo e incertidumbre sobre sus trabajos, negocios, educación y su vidas, todo debido a los fracasos de Donald Trump.

El puerto de Los Ángeles sintió por primera vez los efectos de la guerra arancelaria mal planificada de Trump con China. Luego, cuando el Covid-19 devastó a EU y México, la Administración cerró las fronteras con excepción para el comercio entre los dos países. Los efectos de esta continua respuesta fallida al virus han provocado la interrupción de industrias enteras en ambos lados de la frontera. Sin turismo y con un severo retraso en las operaciones comerciales, la economía fronteriza entre Texas y México está siendo devastada con efectos casi irreversibles.

Bajo la intervención de Trump, Laredo pasó del puerto de ser puerto número 1 descendiendo al sitio 4 en tan solo unos cuantos meses. Puede decirse que el Covid-19 fue un evento global impredecible y no fue culpa del presidente. Pero ¿recuerdas cuando amenazó con perturbar las economías de ciudades y estados en la frontera para obtener beneficios políticos?

Incluso antes de que el Covid-19 golpeara a EU, la Administración Trump usó CBP como moneda de cambio para su muro fronterizo al sacar a los agentes de sus funciones en los puertos de entrada y reasignarlos fuera de éstos para ayudar con una "emergencia de inmigración" en la frontera. No hubo tal emergencia y lo hizo estratégicamente para dañar las áreas demócratas donde los medios de vida dependen del comercio. No reinstalaría a los agentes de la CBP hasta que obtuviera dinero de los contribuyentes estadounidenses para su muro fronterizo que prometió que México pagaría. El resultado dañino de su movimiento puramente político generó despedidos y que algunas empresas se hundieran por completo.

A este presidente no le importa la gente. Sus intereses y los de sus inversionistas están ante todo, incluso antes que los propios trabajadores estadounidenses, él quiere que su base electoral piense que se trata de ubicar a EU en primer lugar, pero ha demostrado una y otra vez que no tiene idea de cómo hacerlo. Ponerse intransigente con China por prácticas comerciales injustas y reclamar la posición de nuestro país y Texas en el mundo requiere de un líder hábil y ya se ha hecho antes.

Necesitamos líderes que luchen por mantenernos a salvo, que protejan nuestros trabajos y el medio ambiente al tiempo que amplíen las oportunidades comerciales en todo el mundo. En esta época, donde los agricultores están menguando, los trabajadores de la energía son despedidos y los trabajadores de las fábricas estadounidenses continúan viendo desaparecer sus trabajos, debemos hacerlo mejor.

Joe Biden tiene un plan para aumentar el salario mínimo y crear 10 millones de empleos en EU con una revolución de economía limpia e invertir vigorosamente en atención médica, infraestructura y educación.

El plan, incluirá aportaciones tanto de líderes locales como de expertos para asegurarse que se reducirán las barreras comerciales y establecemos nuevos y ambiciosos estándares de comercio mundial. Bajo su presidencia, nadie será utilizado como moneda de cambio y nadie quedará atrás.

Trump continúa administrando desatinadamente las amenazas reales a nuestro país mientras no protege otros aspectos que los estadounidenses más valoran. Adicionalmente, Trump, ha dañado nuestras relaciones cruciales con importantes aliados, impidiendo el avance a nuevos acuerdos de comercio exterior.

EU deberá de reparar este daño y proteger la industria del comercio para que nuestras naciones y nuestra gente puedan prosperar nuevamente. Estados Unidos debe volver a liderar; Joe Biden lo hará.

El autor es Secretario de Prensa para el Partido Demócrata de Texas, fue Secretario de Prensa para el Legislador Henry Cuellar (D-TX28) y dejó su posición de Portavoz del Gobierno de Laredo, Texas, para unirse al Partido Demócrata.

Opine usted: rbenavides@txdemocrats.org

Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.

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