En términos de empleo, para Nuevo León (NL) lo malo no ha sido el débil desempeño que padeció en el segundo trimestre del año, cuando perdió 80 mil 841 plazas, sino el "negro panorama" que aún se vislumbra para esta variable económica, clave en la entidad, pues algunos especialistas advierten que la tendencia negativa se mantendrá en lo sucesivo.
Hasta ahora, tras registrar una pérdida de 53 mil empleos en abril y de 27 mil 441 en mayo, en junio Nuevo León logró minimizar estas caídas, al perder solamente 341 plazas, destacando el sector de la construcción que creó 11 mil 868 nuevas plazas.
La Caintra dijo que el mes pasado se dio una recuperación de los empleos cuyos ingresos no superan los siete mil 300 pesos mensuales, al recuperarse en junio 10 mil 642 puestos de trabajo en este rango de ingresos, reflejando los primeros resultados positivos de este proceso de reactivación.
"Aunque las cifras de empleo parecieran recuperarse, en el agregado aún se tiene un déficit de empleos que no solo impacta a los trabajadores, sino a sus familias", agregó el organismo.
Pese a esta reducción en la caída del empleo, analistas del mercado comentan que debido a que no existen aún indicios que muestren que la pandemia esté controlada, la expectativa es que continuará el retroceso en el empleo.
Jorge Moreno, maestro de la facultad de economía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, señaló que la caída del empleo en la entidad es resultado de la contracción en la actividad económica, en parte por la baja en la producción agregada que veníamos arrastrando antes del Covid-19, y por la falta de inversión y de políticas públicas del gobierno federal.
Destacó que la naturaleza de la crisis ha hecho que esta caída sea mucho más acentuada al no haber un mecanismo de escape o transición hacia la informalidad como se ha observado en otros ciclos económicos, debido a que el confinamiento limita muchas de las actividades esenciales y no esenciales.
"Lo que observamos es que al menos las expectativas hacia el futuro no son positivas, debido a que no se ha controlado todavía la pandemia, pues no hay indicadores claros de que esto sea así y que por lo tanto se puede revertir el daño al capital humano en términos de salud y después en educación, porque el confinamiento limitó esta situación y en un futuro esto también se va a reflejar negativamente en la creación de empleo".
Detalló que la falta de inversión, así como la falta de políticas públicas contra-cíclicas le ha afectado a Nuevo León debido a su alto nivel de formalidad.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, señaló que el mayor riesgo en términos del empleo es que éste registre una tendencia tipo W, pues se supone que antes de empezar a recuperarse empieza con una disminución en la tasa de caída.
"Podría haber una segunda ola de despidos masivos en el tercer trimestre porque la actividad económica sigue cayendo dado que la pandemia no se ha controlado, esto también tiene que ver con que en NL no había pegado tan fuerte, habrá que ver después de los resultados de julio, donde ahora vemos que los hospitales están prácticamente llenos".
"En julio habría una creación de empleo a nivel nacional y a partir de agosto se volvería a perder, porque todas las empresas que estaban esperando para ver si la economía mejoraba y la pandemia se controlaba, pero sería así, parece que esto va a seguir al menos hasta el resto del año", agregó.