Kylian Mbappé, con sus tres goles a Argentina en la final del Mundial de Qatar, igualó un registro que hasta este domingo sólo había conseguido un jugador, el británico Geoffrey Hurst, que en el Mundial de Inglaterra 1966 firmó un triplete ante Alemania que dio título a su país.
Mbappé apareció en el momento justo, cuando su selección estaba en la orilla de una derrota que finalmente no pudo evitar. En los minutos 80 y 81, firmó dos anotaciones con los que empató un partido que parecía perdido para Francia. El primero, de penal, y el segundo, con una volea impresionante. Después, en la prórroga, culminó su triplete con otro tanto desde los once metros que permitió a Francia llegar a la tanda de penaltis.
Cincuenta y seis años antes, también en otra final, Hurst se convirtió en el héroe de Inglaterra con un triplete que sirvió a su selección para levantar la única Copa del Mundo que luce en sus vitrinas.
El 30 de julio de 1966, en el estadio de Wembley, Hurst celebró tres: a los 18 minutos, para empatar el tanto de Alemania obra de Haller de un choque que se decidió en la prórroga, en la que anotó otros dos.
Uno de ellos, fue el más controvertido de la historia de las finales de los Mundiales. Hurst adelantó a Inglaterra con un gol fantasma tras firmar un golpeo que dio en el larguero y que volvió al campo tras tocar, según la visión del árbitro, dentro de la portería del combinado germano.
Después, Hurst cerraría su gran partido con un contragolpe con el que hizo el 4-2 definitivo para cerrar un triplete que sólo igualó más de cinco décadas después Kylian Mbappé.
Mbappé gana el botín de oro
Si hubo un jugador responsable de que Francia soñara con el primer bicampeonato seguido en 60 años, ese fue Kylian Mbappé. El delantero del PSG (y compañero de Messi) fue autor de tres goles, uno espectacular para llevar el partido a los tiempos extras.
El francés terminó como el jugador con más goles, con 8, uno más que ‘La Pulga’.
Por su parte, Lionel Messi ganó el balón de oro tras ser el autor del primer y tercer gol de Argentina en tiempo regular; y Damián Emiliano ‘Dibu’ Martínez el guante de oro.
Presidente de Francia consuela a Mbappé
Un muy abatido Kylian Mbappé, sentado sobre el césped y con la cabeza baja, recibió el consuelo del presidente francés, Emmanuel Macron, que bajó al terreno de juego a consolar a los jugadores ‘bleus’ tras la final del Mundial que perdieron ante Argentina.
Las cámaras de televisión mostraron cómo Macron se agachó para hablar un rato con la estrella francesa, a la que dio también algunas caricias cariñosas.
La final perdida en los penaltis fue un rudo golpe para Mabppé, a pesar de ser el máximo goleador de este Mundial y de convertirse en uno de los dos jugadores que han marcado tres tantos en una final mundialista, ya que aspiraba a igualar al legendario Pelé, el único futbolista que ha ganado dos títulos de la Copa del Mundo, y consecutivos, antes de los 24 años.
Tras intentar consolar a Mbappé, que se quedó un rato más sentado y abatido con la mirada en el infinito, Macron saludó al seleccionador Didier Deschamps y a otros jugadores franceses.
Macron estuvo en el palco del estadio de Lusail, al contrario que el presidente argentino, Alberto Fernández, que no viajó a Doha para esta final.
Las imágenes de televisión que periódicamente enfocaban al palco mostraban a un Macron inicialmente enérgico -apretando el puño con el canto de La Marsellesa antes de iniciar el partido- y luego aplaudiendo alegre el primer gol de Mbappé que dio esperanzas a la selección frandesa.
Esa alegría se transformó en entusiasmo con el gol del empate, apenas dos minutos después, con el jefe del Estado francés poniéndose de pie y estirando los brazos.
Para el tercer gol francés, obra también de Mbappé, que volvió a empatar el partido y llevó la final a los penaltis, Macron ya se había quitado la chaqueta y arremangado la camisa.
Aplaudiendo con fuerza y muy sonriente, Macron mostró que, cuando el Mundial está en juego, poco importan los protocolos.
Posteriormente, el presidente francés participó en la ceremonia de entrega de trofeos, junto con el jeque de Catar, Tamim ben Hamad Al Thani, y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.