México es uno de los países en los que la certificación LEED ha cobrado gran importancia y, dada la misma razón, se ha convertido en uno de los países líderes en esta. De acuerdo al Green Building Council, nuestro país se reconoce como uno de los 10 principales países y regiones LEED de 2019. Esta misma institución es la que ha certificado 232 proyectos desde diciembre de 2020 y hasta julio de 2021.
Se ha reconocido que la certificación LEED un factor importante en la plusvalía de los inmuebles ya que esto, indirectamente, reduce el costo de mantenimiento, mejora el confort de los ocupantes y respeta al medio ambiente. La importancia de las certificaciones de edificios verdes, definitivamente es algo que seguirá en tendencia y va a modificar el curso de los desarrollos inmobiliarios en el país y en todo el mundo.
¿Qué aspectos toma en cuenta la certificación LEED?
Contar con edificaciones más sustentables implica desarrollos que armonicen con su entorno, por lo que la certificación evalúa ciertos aspectos que, desde la redacción de El Financiero, logramos encontrar en algunos edificios en la ciudad y ejemplificaremos cómo es que estos criterios pueden adaptarse de manera adecuada y con el proveedor de soluciones correcto.
Energía y atmósfera
Para los ilustrados en desarrollo urbano no es ninguna novedad es que toda edificación desprende emisiones, por lo que la certificación LEED busca que, a través de esta medición, los edificios las reduzcan y, con ello, disminuir las afectaciones climáticas. Al respecto, existen edificios como la Torre Cuarzo FUNO que consume menos energía que el 85% de los edificios de oficinas con condiciones climáticas similares. Sus refrigerantes son libres de clorofluorocarbonos y tienen bajo potencial de agotamiento de la capa de ozono y calentamiento global.
Calidad ambiental en interiores
Los edificios con buena calidad interior protegen la salud y el confort de sus ocupantes y mejoran su productividad. Punta Santa Fe es un claro ejemplo de ello y FUNO, el primer y más grande Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces (FIBRA) en México, realizó una encuesta de satisfacción en donde 97 por ciento de sus respuestas demostraron una satisfacción hacia el inmueble, destacando la satisfacción con la limpieza, la iluminación, las vistas al exterior, la calidad del aire, la luz natural y el confort térmico.
Otro ejemplo es la Torre Mexicana que tiene un sistema de ventilación que renueva el aire del 83 por ciento de sus espacios. En los interiores se respira aire fresco y no se concentran contaminantes como CO2, partículas suspendidas y agentes patógenos (como los virus).
Mientras que Torre Cuarzo FUNO, además de contar con las dos anteriores, tiene una política que prohíbe fumar en sus espacios, y una política de limpieza verde que reduce los contaminantes causados por la limpieza tradicional.
Ubicación y transporte
El desplazamiento a zonas de trabajo también es algo importante a considerar, es bien sabido que actualmente el Estado de México es una entidad que tiene esta problemática que enfrentan a diario sus habitantes al desplazarse a la Ciudad de México; sin embargo, ¿qué puede aportar el sector inmobiliario?
Un claro ejemplo es la Torre Cuarzo FUNO, que se ubica en una zona desarrollada, evitando la presión urbana hacia áreas naturales, y disminuyendo las emisiones vehiculares, ya que 32 por ciento de los ocupantes utiliza el transporte público para llegar a su lugar de trabajo.
Teniendo en cuenta estos factores, ¿qué es lo que está pasando en nuestro país para adoptar estrategias en vía a aumentar los índices de certificación LEED en edificios existentes y en los de recién desarrollo? Los especialistas apuntan a dos factores:
- Falta de información
- Los estándares de sostenibilidad de la construcción son deficientes.
En la encuesta realizada por Dodge Data & Analytics en el año de 2018, 19 por ciento de los proyectos que están realizando actividades de construcción ecológica lo hace en función de la solicitud del cliente, lo que deja mucho más claro que la información necesita descentralizarse y bajar a aquellos que tienen la decisión y el capital para nuevos desarrollos, ya que la mayoría de estos clientes son grandes empresas que buscan cumplir con dichas certificaciones y así, tomar ventaja de los bonos verdes del mercado de valores o herramientas financieras similares. Simplemente, la certificación permite a una empresa demostrar a sus inversionistas que su inversión es ambientalmente responsable y que a largo plazo genera más beneficios.
¿Esto quiere decir que los desarrollos pequeños o ya existentes no tienen acceso?
Para estas situaciones hay tantas opciones visibles como tener algunos paneles solares, poniendo así sobre la mesa el que la certificación LEED es accesible y toca todas las ramas principales de la sustentabilidad.
El segundo factor a considerar para las certificaciones LEED o de construcción ecológica es que en la mayoría de los países latinoamericanos faltan en normas / prácticas mínimas de construcción para proteger el medio ambiente o no siempre se siguen. Esto significa que seguir las mejores prácticas internacionales y comparar con los más avanzados estándares internacionales es un gran salto para arquitectos, ingenieros y constructores y esto se refleja en costos que los desarrolladores / inversionistas no están planeando. Sin embargo, hay una curva de aprendizaje y una vez que se alcanzan los mismos estándares de sostenibilidad de la construcción que los países líderes, no se requeriría una mayor inversión. El gobierno no está liderando el cambio, ya que otros temas deben priorizar, como la pobreza, la atención médica, la educación y la seguridad. Por lo tanto, es fundamental que el sector privado lidere el camino hacia un entorno de construcción más sustentable.
Si deseas tener más información, te recomendamos contactar a FUNO a través de redes sociales como Facebook, Twitter y LinkedIn.