Con su compromiso de automatizar el laboratorio de fertilización in vitro (FIV), Conceivable Life Sciences tiene el objetivo de hacer más accesible el tratamiento de la fertilidad, ofreciendo resultados significativamente mejores y con un costo hasta 75% más bajo. Para acelerar estos esfuerzos, la empresa levantó una inversión de 20 millones de dólares en una ronda semilla.
En la actualidad, los laboratorios de FIV dependen en gran medida de operaciones manuales. Reconociendo la necesidad de un enfoque modernizado, Conceivable planea entrar en el mercado mundial con su tecnología de automatización de vanguardia.
La misión de la compañía gira en torno a la automatización de los laboratorios de FIV, lo que se traducirá en una importante reducción de costos para los pacientes. Al mismo tiempo, mejorará la calidad de la atención tras eliminar los errores que prevalecen en los laboratorios que actualmente son manuales y analógicos. Resulta alarmante que, debido a las limitaciones de estos costosos laboratorios, menos del 2% de las personas que sufren infertilidad en todo el mundo puedan acceder a un tratamiento de FIV.
Un estudio reciente realizado por la Organización Mundial de la Salud reveló que más de 1 de cada 6 parejas padece de infertilidad, enfrentándose esencialmente a la incapacidad de concebir sin acceso a cuidados de FIV. En Estados Unidos, los procedimientos de fertilización in vitro superan habitualmente los 75,000 dólares y no suelen estar cubiertos por los seguros, lo que ilustra claramente que la FIV sigue siendo un tratamiento exclusivo para personas con alto poder adquisitivo.
La tecnología de automatización de Conceivable pretende poner el tratamiento de FIV al alcance de todas las personas que luchan contra la infertilidad. El Dr. Alejandro Chávez-Badiola, fundador y Chief Product Officer de la empresa, afirma apasionadamente: “buscamos la democratización radical de la FIV para todos. Creemos en los niños, creemos en las familias, y haremos todo lo posible para que el acceso a la FIV sea lo más amplio posible, esa es nuestra misión”.
Para Conceivable Life Sciences, México tiene una importancia significativa, debido a que sirve como cuna de los principales avances tecnológicos de la empresa.
Fundada en 2022 por Joshua Abram y Alan Murray, quienes son CO-CEO de la empresa, y Alejandro Chávez-Badiola, quien tiene el cargo de Chief Product Officer, cuenta con un talentoso equipo de más de 30 integrantes, incluyendo 20 ingenieros, científicos y clínicos. Si bien, Conceivable tiene oficinas e instalaciones de investigación en Nueva York, Londres y Canterbury (Inglaterra), es en Guadalajara donde reside su equipo de desarrollo tecnológico más grande y esencial.
La empresa trabaja activamente en la automatización de seis procesos cruciales que abarcan las funciones clave del laboratorio de FIV: preparación del esperma, descubrimiento de óvulos, inseminación, incubación, congelación y almacenamiento. Como testimonio de su trabajo innovador, Conceivable está en proceso de registrar más de 250 patentes provisionales.
Conceivable ha obtenido un financiamiento inicial de 20 millones de dólares, con una notable participación de empresas de capital riesgo como Stride.VC (Londres), ACME y Cadence Ventures (San Francisco), Future Positive (París) y Black Opal Ventures (Nueva York). Su fundador y CO-CEO, Alan Murray, afirma con orgullo: “contamos con un buen financiamiento y con un equipo tecnológico de primera clase con sede en Guadalajara, lo que acelera nuestro progreso a un ritmo muy rápido”.
De cara al futuro, Conceivable planea embarcarse en el mayor ensayo clínico de la historia de la FIV en 2024, con el objetivo de demostrar la eficacia de su innovador enfoque.
Joshua Abram, fundador y CO-CEO, subraya el impacto transformador de su tecnología y afirma: “Sin esta tecnología, la FIV solo podrá ayudar a un número muy limitado de personas, en lugar de los millones a los que queremos ayudar. Eso es lo que hacemos en Conceivable, trabajar para desarrollar una tecnología que ponga el sueño de ser padres al alcance de millones de personas que, de otro modo, nunca podrían tener hijos”.