El Museo de Ciencias Ambientales de la Universidad de Guadalajara ha ganado el segundo premio internacional por su proyecto paisajístico. El proyecto, desarrollado por el despacho de arquitectura noruego Snøhetta, ha sido galardonado con el premio International Architecture & Design Awards en la categoría de “concepto de paisaje de herencia cultural” otorgado por la Architecture & Design Community (AD-C). También recibió recientemente el premio internacional DNA Paris Design Awards. Los Jardines del Museo, ubicados en el Centro Cultural Universitario, han sido reconocidos con el Galardón de Oro, el más alto en su categoría.
Los premios AD-C, con sede en los Estados Unidos, cuentan con un jurado compuesto por destacadas personalidades del mundo de la arquitectura y el diseño, y buscan promover una “nueva arquitectura” que utilice fuentes de energía limpias y renovables, así como soluciones y tecnologías de ingeniería innovadoras para abordar problemas actuales. Este año, se recibieron más de 400 propuestas de 59 países en diversas categorías.
El proyecto paisajístico se describe como un jardín de 2.6 hectáreas que representa la primera exposición del Museo y muestra las conexiones e interdependencias en el gradiente urbano-rural. Los materiales y la paleta vegetal se centran en tres temas principales: procesos agrícolas regionales, agua y comercio basado en la naturaleza. El diseño incluye jardines temáticos de sal y minerales, así como jardines de obsidiana y conchas marinas, que son bienes comerciales que vinculan a las culturas europeas, asiáticas y americanas. La superficie construida utiliza piedra, grava, arena, conchas y hormigón texturizado, seleccionados por su durabilidad y su armonía con los paisajes locales. Los senderos temáticos activan espacios para la educación, el esparcimiento y el encuentro comunitario.
El agua, en sus diferentes estados, está presente en todo el paisaje: hay un espejo de agua que alterna con una fuente elíptica activa, las formas orgánicas del edificio y los senderos evocan la erosión, y los “jardines de lluvia” están asociados a un sistema de pozos de absorción. El proyecto paisajístico, que busca obtener la certificación de sustentabilidad LEED, ha incorporado diversas estrategias de uso eficiente de energía y agua que contribuyen a la mitigación del cambio climático, y que fueron consideradas por el jurado al otorgar el premio. Estas estrategias incluyen tuberías de geoenfriamiento para recolectar aire y reducir el consumo de energía, paneles solares que generan electricidad y proporcionan sombra, y la reutilización de las aguas de drenaje tratadas y la captación de agua de lluvia para su uso en riego y recarga de acuíferos.
El diseño paisajístico evoca el gradiente altitudinal de cuatro mil metros del occidente de México. Los jardines a nivel del suelo ascienden hasta la azotea a través de un arboreto de bosque nuboso que incluye una cascada de 25 metros emergente del edificio. Los jardines en la azotea, que serán de los más biodiversos en América Latina, conectan temáticamente a los visitantes con las galerías dentro del museo. La experiencia culmina en una terraza panorámica que permite a los visitantes contemplar la ciudad y analizar su dependencia de las montañas y ríos circundantes.
Eduardo Santana Castellón, Director General del Museo de Ciencias Ambientales, explicó que este diseño paisajístico responde a las necesidades planteadas por los vecinos en talleres, brindando nuevas oportunidades de espacios públicos educativos y de esparcimiento para sus hijos. El acceso gratuito a la azotea permite democratizar las vistas de la ciudad desde las alturas. Conjuntamente con el Laboratorio de Desarrollo Comunitario y el Jardín Educativo del Museo, el paisajismo contribuye a cumplir la misión del museo de catalizar cambios socio-ecológicos que ayuden a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
El diseño paisajístico premiado fue desarrollado por Snøhetta, bajo la dirección de Jackie Martínez, Craig Dykers y otros colaboradores de dicho despacho. La narrativa científico-museológica estuvo a cargo de la Universidad de Guadalajara, que la desarrolló entre 2010 y 2013 con la participación de Met Studios de Londres, Thinc Design de Nueva York, y asesores como Enrique Jardel, Sergio Graf, Silvia Singer, Exequiel Ezcurra, Julia Carabias, José Sarukhán, Otto Schondube, Guillermo de la Peña, Ricardo Ávila Palafox, William Cronon y Jorge Wagensberg, entre otros. En el proyecto ejecutivo han participado los despachos mexicanos Metroarquitectura, JSa y ZAP. Las ilustraciones tridimensionales fueron desarrolladas por el despacho Monolito.