En ARZYZ, la empresa de aluminio en México, la transformación de este material no sólo es un proceso industrial, se trata de un compromiso con la sostenibilidad ambiental y la eficiencia operativa que define su identidad corporativa. Desde la recolección inicial de chatarra hasta la entrega de lingotes de aleación de aluminio, cada fase del proceso está meticulosamente diseñada para maximizar la calidad del producto y, a su vez, minimizar el impacto ambiental.
La empresa mexicana, con 44 años de experiencia en el sector, utiliza tecnologías de vanguardia para convertir productos de aluminio al final de su ciclo de vida en materias primas de primera calidad. Este proceso abarca desde la clasificación y trituración hasta la fundición y limpieza del material, asegurando su pureza y preparándolo para futuras aplicaciones. Al mejorar continuamente estos procedimientos, se reducen tanto los costos como el impacto ambiental asociado con la producción de nuevos artículos.
El proceso comienza con la recolección de chatarra de diversas fuentes post consumo e industriales. Esto incluye envases, bienes de consumo, componentes de transporte y materiales de construcción. En los patios de recepción de ARZYZ, cada tipo de chatarra se clasifica y se prepara para su procesamiento.
Una vez clasificada, la chatarra se somete a un proceso de trituración y limpieza, en el cual se eliminan impurezas como madera, plástico y otros contaminantes. Este paso no solo optimiza la calidad del material, sino que también reduce el impacto ambiental al disminuir la cantidad de residuos enviados a la fundición.
El corazón del proceso de transformación del aluminio en ARZYZ es precisamente la fundición de la chatarra preparada. En los hornos de última generación, el material se funde a altas temperaturas y, de este modo, se refina el aluminio. Este proceso asegura que los lingotes cumplan con las especificaciones químicas y físicas requeridas por sus clientes industriales.
La fundición puede tomar entre cinco y seis horas por ciclo, durante las cuales se monitorea de cerca cada aspecto del proceso para garantizar la calidad del producto final. Los lingotes resultantes son productos de alta calidad, listos para ser utilizados en la fabricación de una amplia gama de productos industriales y de consumo.
La eficiencia y la adaptabilidad son esenciales en todo este proceso. ARZYZ, la empresa de aluminio en México, cuenta con tecnología avanzada que le permite manejar inventarios de chatarra durante periodos importantes, asegurando una producción continua y ágil. Esto no solo optimiza los tiempos de proceso, sino que también posiciona a la compañía como líder en la industria del aluminio en el país.
Innovación y eficiencia operativa
Además de satisfacer las demandas actuales del mercado, como la reducción de emisiones de CO2, la compañía mexicana destaca por su compromiso con la calidad y la innovación en cada paso del ciclo del aluminio, desde la adquisición de la materia prima hasta la entrega de productos finales a diversas industrias, entre las que destacan construcción, automotriz y envases.
En este sentido, invierten constantemente en tecnologías avanzadas y en la mejora de los procesos para reducir aún más el consumo de energía y las emisiones. El proyecto de contar con un patio central donde se reclasifique y separe la chatarra para después enviarla a cada una de las plantas, dependiendo del tipo de aleación requerida, es un ejemplo de cómo ARZYZ está optimizando la logística y mejorando la agilidad en la gestión de materiales.
En ARZYZ, está claro que cada lingote de aluminio representa no solo un producto de alta calidad, sino también su compromiso con la innovación, la sostenibilidad y la excelencia operativa. A medida que la empresa continúa evolucionando y adaptándose a un mundo en constante cambio, se afirma su liderazgo en la producción de aleaciones de aluminio y en el respeto del medio ambiente para las generaciones presentes y futuras.