Estamos viviendo una de las crisis penitenciarias en donde cada día más, surge una nueva esperanza para mejorar las condiciones y estándares de las instalaciones estratégicas. La reciente creación de la Asociación para la Certificación y Capacitación en Estándares en Latinoamérica (ACCEL), conocida por su marca registrada ICPALA, promete ser un actor clave en la transformación de los sistemas de justicia y reinserción social en la región. Con dos lemas contundentes —”Hacer lo correcto. Hacerlo bien” y “Operación Segura”— esta iniciativa busca cambiar el panorama crítico de las cárceles y penitenciarias en América Latina.
Los sistemas penitenciarios de muchos países de la región, caracterizados por su enfoque punitivo, ineficacia en la reinserción social y falta de respeto por los derechos humanos, necesitan urgentemente reformas. En este contexto, ACCEL/ICPALA ofrece soluciones que abarcan desde la implementación de Protocolos Estándar de Operación (PSO) hasta la acreditación de Estándares Internacionales (EI). A través de un equipo de profesionales altamente capacitados y especializados en la contención de crisis y restablecimiento del orden, esta organización busca garantizar no solo la seguridad de las instalaciones, sino también una vida digna para las personas privadas de libertad.
En México, más de cinco mil infraestructuras están clasificadas como instalaciones estratégicas, desde puertos y aeropuertos hasta hospitales y prisiones. Estas estructuras son fundamentales para mantener las funciones sociales básicas como la seguridad, el bienestar social y la economía. Sin embargo, operar estas instalaciones con eficiencia requiere una constante actualización y capacitación, especialmente en escenarios de crisis o fallos sistémicos. ACCEL/ICPALA apunta a cubrir este vacío mediante la acreditación de normas internacionales y la adopción de mejores prácticas globales, inspiradas en experiencias previas y lecciones aprendidas.
El sector justicia como prioridad
El sector justicia y, en particular, el sistema penitenciario, es uno de los focos principales de ACCEL/ICPALA. En un contexto donde las cárceles de la región enfrentan hacinamiento, violencia y una notoria falta de mecanismos efectivos de reinserción social, la implementación de estándares rigurosos se vuelve crucial. A través de la nueva sociedad promotora de inversión ACREDITA 360, esta asociación ofrecerá un marco de certificación orientado a mejorar las condiciones de estas instalaciones, convirtiéndolas en espacios que promuevan la reintegración social en lugar de perpetuar un ciclo de castigo y exclusión.
La labor de ACCEL/ICPALA no solo se enfocará en México, sino que ya ha extendido su influencia a países como Guatemala, Colombia, Chile y República Dominicana. Esta expansión subraya la urgencia de abordar las problemáticas comunes en los sistemas penitenciarios latinoamericanos, ofreciendo un enfoque integral que combina seguridad, derechos humanos y reinserción efectiva.
Un camino hacia la reinserción social
El fin último de la pena de prisión, según muchos teóricos del derecho penal, es la reinserción social. ACCEL/ICPALA trabaja con este objetivo en mente, apostando por un enfoque que no solo proteja a la sociedad, sino que también garantice la seguridad de los oficiales y técnicos que operan en las instalaciones penitenciarias, al tiempo que ofrece un trato digno a las personas privadas de libertad. En palabras de la asociación, su misión es clara: “Generar soluciones para la mejora continua y la profesionalización en el diseño, organización y operación de instalaciones estratégicas”.
La creación de ACCEL/ICPALA es una respuesta contundente a la necesidad de cambio en los sistemas penitenciarios de América Latina. Con un equipo de profesionales especializados y el respaldo de socios estratégicos, esta nueva asociación promete establecer un nuevo estándar de operación y gestión en las instalaciones penitenciarias del continente. Su capacidad para operar bajo procesos acreditados y certificados, con un enfoque en la mejora continua, será esencial para reducir los riesgos y garantizar un futuro más seguro para la sociedad.
En una región donde la justicia y la reinserción social han sido relegadas a un segundo plano, ACCEL/ICPALA surge como un actor de cambio que podría marcar la diferencia en los próximos años. El desafío es grande, pero la visión es clara: transformar las prisiones y penitenciarias en lugares donde se protejan los derechos humanos y se promueva la reintegración efectiva a la sociedad.