En Ribera del Duero la calificación de la añada 2018 ha sido ¡Muy buena!

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero calificó hace unas semanas la calidad de los vinos elaborados con la uva de la última cosecha de 2018 y determinó de manera unánime que dicha cosecha era 'muy buena'.

Lo anterior después de que un Comité de Calificación determinara la calidad en los vinos.

La comitiva calificadora estuvo conformada por nueve profesionales del mundo de la sumillería y la comunicación, así como personalidades responsables de la selección de vinos en restaurantes de todo el mundo, cuyas trayectorias han sido reconocidas con importantes premios.

Los expertos profesionales que integraron el comité fueron: Meritxell Falgueras, Almudena Alberca MW, Daniel González, de Casa Gerardo, en Prendes (Asturias), Yolanda Esther Rojo y Juanjo Losada, del Restaurante Pablo en León .

También Sonia Prince de Galimberti, presidenta de la Asociación de Mujeres Amantes de la Cultura del Vino, Pilar Cavero, Mejor sumiller de España en 2013, Gemma Vela, sumiller del Hotel Ritz y Manuela Romeralo, Premio Nacional de Gastronomía a la Mejor Sumiller 2008 y Premio Internacional de Gastronomía a la Mejor Sumiller en 2010.

El análisis comenzó con una cata de diez vinos representativos de la Ribera del Duero previamente seleccionados por el departamento técnico.

A continuación, cada sumiller otorgó su calificación en un sobre cerrado y firmado que al final se reveló ante el Consejo.

"A la vista de las puntuaciones otorgadas por cada uno de los sumelliers y, en base a dicho criterio, se obtiene la calificación de MUY BUENA, y el Consejo acepta la puntuación obtenida por el Comité de Calificación de Cosecha", dijo Enrique Pascual, presidente del Consejo Regulador.

Cosecha 2018

El invierno de 2018 fue, como suele suceder en Ribera de Duero, frío y desafiante para las plantas de vid, alcanzándose temperaturas de hasta -12ºC, continuando las bajas temperaturas durante el principio de la primavera con unos meses de febrero y marzo bastante fríos. Finalmente la lluvia hizo su aparición en la zona, en abundantes cantidades, a finales del invierno y durante la primavera. Así, el desborre se produjo de forma generalizada en las fechas habituales de finales de abril.

A finales del mes de junio las lluvias finalmente se detuvieron y se registraron temperaturas más cálidas, propiciándose las condiciones ideales para una buena fructificación y cuajado de los frutos que ya en ese momento auguraban una abundante cosecha.

En julio las temperaturas fueron algo inferiores a lo habitual, lo que propició que las plantas continuaran con su rápido desarrollo ayudado notablemente por las abundantes reservas hídricas.

Durante el proceso de maduración, con temperaturas muy cálidas en septiembre y más altas de lo habitual en octubre, se produjo una evolución rápida en el caso de las plantas que tenían menos cantidad de uva (los viñedos afectados por las heladas y aquellos de mayor edad), debiendo los viticultores esperar un poco más para la perfecta maduración en el caso de las plantas con mayor producción, lo que fue una nota bastante común en esta campaña debido a la dimensión de las bayas, superior a la habitual.

La campaña de vendimia fue más larga de lo acostumbrado, comenzando el día 17 de septiembre y finalizando justo al acabar el mes de octubre.

El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero es el organismo responsable de velar por la autenticidad de los vinos de esta región, asegurando que cada botella que lleva su contra etiqueta ha superado rigurosos controles de calidad.

La demarcación situada en la cuenca del Río Duero se conforma de 315 bodegas y fue seleccionada como Mejor Región Vitícola del Mundo en 2012.

Los vinos de la DO Ribera del Duero se caracterizan por su gran calidad, producción limitada y una fuerte apuesta por la innovación.