En Honduras, las escuelas se encuentran bajo amenaza

Ernesto* se sentó mirando la pizarra en un aula vacía de una escuela de Tegucigalpa, Honduras. La lección de ayer todavía estaba allí. "Otra", pensó para sí mismo. "Otra maestra se ha ido".

Luisa*, que había sido su colega hasta un día antes, se unió a las miles de personas que han sido desplazadas forzosamente en Honduras. Todas ellas expulsadas de sus barrios debido a la violencia de pandillas.

Mario* logró graduarse de la escuela secundaria a pesar de que algunos maestros abandonan Honduras debido a la violencia de pandillas y en una carta hace un homenaje a su maestro Ernesto.

Esta nota es de ACNUR y se publica bajo una alianza editorial con El Financiero para difundir el trabajo de la institución. Si quieres conocer más del trabajo que ACNUR hace, da clic aquí.