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Gobierno de Biden tiene reserva sin usar de más de 20 millones de vacunas COVID de AstraZeneca

Estados Unidos sigue sin autorizar el uso de emergencia de la vacuna de AstraZeneca, al tiempo que su reserva sigue aumentando.

Vacuna COVID de AstraZeneca Continúa el escrutinio a nivel internacional de las dosis de esta compañía (Alex Kraus/Bloomberg)

Las reservas estadounidenses de la controvertida vacuna contra COVID-19 de AstraZeneca han aumentado a más de 20 millones de dosis, según personas familiarizadas con el asunto, a pesar de que parece cada vez más improbable que la inyección forme parte de la campaña de vacunación nacional del presidente Joe Biden.

AstraZeneca aún no ha solicitado la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su vacuna de dos dosis, y la empresa se enfrenta a cuestiones de seguridad en el extranjero y al escrutinio de los reguladores estadounidenses, que ya la han reprendido por los errores cometidos durante los ensayos clínicos y la publicación de datos parciales.

Otras tres vacunas ya autorizadas en EU están llegando a los brazos de los estadounidenses a un ritmo de unos 3 millones de dosis al día, con cientos de millones de dosis adicionales previstas para agosto.

Esto plantea una pregunta a Biden: ¿Qué hacer con la vacuna de AstraZeneca? La compañía ya tiene más de 20 millones de dosis a mano, que es una parte del total de entre 80 y 90 millones para el pedido de Estados Unidos, dijeron las personas familiarizadas con el asunto.

Los aliados estadounidenses ya han solicitado dosis de la reserva de 20 millones; esta vacuna podría inocular a personas en decenas de países de bajos ingresos que no pueden permitirse las inoculaciones de Pfizer y Moderna.

“Regálenlas todas. Para cuando pensemos siquiera en autorizarla, vamos a estar en una situación de superabundancia a nivel nacional”, dijo Zeke Emanuel, doctor en medicina y vicerrector de la Universidad de Pensilvania, que fue asesor principal de política sanitaria en el Gobierno de Obama y formó parte de la junta asesora sobre COVID de la transición de Biden.

“Nunca las vamos a utilizar”, aseguró.

Celine Gounder, médico que también formó parte de la junta asesora sobre COVID de la transición de Biden, coincidió en que las dosis deberían donarse después de que la empresa consiga la autorización de la FDA. “Tenemos suficiente, ni siquiera necesitamos a Johnson & Johnson”, que es el tercer fabricante estadounidense autorizado, dijo.

“Me gustaría que la FDA continuara su proceso, emitiera la autorización de uso de emergencia, y luego donara”, añadió.

La autorización de la FDA es “realmente importante”, comentó, “debido a todas las diferentes cuestiones con la vacuna de AstraZeneca”.


Vínculo con coágulos

A principios de esta semana, el organismo regulador de medicamentos de la Unión Europea dijo que había establecido una “fuerte asociación” entre las vacunas de AstraZeneca y los coágulos sanguíneos (eventos que son poco frecuentes), especialmente en pacientes jóvenes. Los reguladores del Reino Unido dijeron que a las personas menores de 30 años se les debería ofrecer una vacuna alternativa, si es que hay una disponible.

Esto siguió a una inusual reprimenda de los reguladores estadounidenses en marzo, que acusaron a AstraZeneca de publicar datos “potencialmente engañosos” de un gran ensayo clínico en Estados Unidos. La firma revisó ligeramente a la baja las estimaciones sobre la eficacia de la vacuna.

AstraZeneca está buscando ahora una nueva fabricación en Estados Unidos del ingrediente activo de la vacuna, luego de que acordó desalojar una planta de Emergent Biosolutions en Baltimore que tenía problemas y que había confundido la producción de su vacuna con la de Johnson & Johnson. El Gobierno de Biden medió para que J&J se hiciera cargo de la planta.

Estados Unidos está a punto de tener suficientes vacunas para toda su población adulta a finales del próximo mes, con otros 200 millones de dosis que llegarán de Moderna y Pfizer a finales de julio. Los funcionarios de la Casa Blanca han dicho que quieren un excedente de dosis en parte para vacunar a los niños, una vez que se apruebe una dosis para los menores de 16 años. Dados sus problemas con los adultos más jóvenes, no está claro si la vacuna de AstraZeneca se aprobará alguna vez para los jóvenes estadounidenses.

La administración no está tomando ninguna decisión sobre AstraZeneca hasta que la FDA complete su revisión, declaró un funcionario familiarizado con el asunto, que, al igual que los otros funcionarios, habló en condición de anonimato.

El Gobierno estadounidense gastó el año pasado mil 200 millones de dólares para acelerar la investigación, el desarrollo, la producción y la entrega de 300 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca. En ese momento, el Departamento de Salud y Servicios Humanos en la administración de Trump dijo que esperaba que las primeras dosis se entregaran en octubre pasado.

Biden no cambió esa orden, por lo que AstraZeneca comenzó a producir inyecciones en Estados Unidos en previsión de la eventual aprobación de la FDA. El mes pasado, el presidente de EU acordó enviar 4.2 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca a México y Canadá, un acuerdo que la administración calificó de “préstamo”. Cuando se incluyen esas dosis, el total de vacunas AstraZeneca en Estados Unidos es de casi 30 millones hasta ahora, dijeron las personas.

La compañía espera tener 50 millones de dosis listas para finales de este mes, dijo uno de los funcionarios.

AstraZeneca se negó a comentar directamente sobre la reserva de Estados Unidos, pero dijo en un comunicado que “espera tener hasta aproximadamente 50 millones de dosis disponibles para el Gobierno de Estados Unidos en el momento de la autorización de uso de emergencia, y millones de dosis adicionales a partir de entonces.”

Por el momento no hay pruebas de que ningún lote de AstraZeneca se haya visto afectado por los problemas en la planta de Emergent en Baltimore, dijo un portavoz de la empresa. Las autoridades canadienses y mexicanas, que están ávidas de suministro de vacunas, no han expresado su preocupación. Por el contrario, México ha pedido a Estados Unidos otro envío.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló este jueves que él mismo recibirá la vacuna de AstraZeneca.

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