WASHINGTON, DC.- Un día después que el Departamento de Seguridad Interna hizo un llamado a cubanos y haitianos “a no venir a Estados Unidos”, la Casa Blanca aclaró que aún aquellos ciudadanos de esos dos países que puedan probar un miedo creíble de tortura o persecución si son repatriados, serán enviados a terceros países, pero entrarán a la Unión Americana.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, salió así al paso a declaraciones de legisladores republicanos del sur de la Florida quienes advirtieron que, dada la situación en la isla, el gobierno cubano podría promover un éxodo como el de puerto Mariel en 1980, cuando 125 mil cubanos llegaron a las costas de Estados Unidos.
“Los cubanos y haitianos que se encuentran en Estados Unidos con temor a regresar a los países de origen pueden ser elegibles a protección del gobierno federal de los Estados Unidos, incluida una posibilidad de asilo”, explicó la vocera presidencial. Los haitianos son también elegibles para recibir beneficios bajo el programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), renovado por el presidente Biden en mayo pasado.
La Casa Blanca aclaró en ese sentido cuál será el procedimiento: los cubanos o haitianos que sean interceptados en alta mar y que expresen miedo de ser repatriados, serán remitidos ante agentes del Departamento de Ciudadanía y Servicios Migratorios (USCIS, por sus siglas en inglés) para una revisión.
Aquellos que no manifiesten temor de ser repatriados o que no se pueda determinar que tienen un miedo creíble de regresar a sus países de origen, después de la revisión, serán repatriados a su país natal.
Los migrantes cubanos o haitianos interceptados en el mar que puedan documentar que existe un miedo bien fundado de persecución o tortura, no serán llevados a Estados Unidos. Serán remitidos a un tercer país para ser reasentados.
Aunque la Casa Blanca no detalló a cuáles países, un abogado migratorio estadounidense dijo a EL FINANCIERO haber sido informado de que los cubanos y haitianos serán llevados a la base estadounidense de Guantánamo y, si pueden mostrar miedo creíble, se les pedirá sugieran tres países a donde puedan ser enviados. Si en 90 días no les encuentran un país, deberán dejarlo entrar a Estados Unidos.
Desde 2017, unos días antes de dejar la presidencia, el presidente Barack Obama eliminó el programa que permitía a doctores cubanos desertores entrar a Estados Unidos desde terceros países, así como la política de “Pies Mojados, Pies Secos”, que abría la puerta de Estados Unidos a los cubanos que llegaban a tierra firme.
Washington interceptó en el mar, desde octubre pasado, a un total de 470 cubanos y 313 haitianos, comparado con sólo 29 cubanos y 430 haitianos en todo el año fiscal 2020, según cifras del DHS.