La Cámara de Representantes de Estados Unidos vota este jueves sobre si declarará a Steve Bannon, viejo aliado y asistente del expresidente Donald Trump, en desacato del Congreso por desafiar una citación del panel investigador del asalto al Capitolio el 6 de enero.
El panel ha prometido que actuará rápida y enérgicamente para castigar a quienquiera que no coopere con la investigación, pero muy probablemente le corresponderá al Departamento de Justicia y los tribunales determinar el próximo paso.
Si la votación en la Cámara baja lo declara en desacato, como se espera, persisten dudas de si el Departamento de Justicia enjuiciaría a Bannon, pese a los llamados demócratas a la acción.
El resultado pudiera determinar no solamente la eficacia de la investigación de la Cámara baja, sino también la fuerza del Congreso para citar a testigos y demandar información, factores que ciertamente pesarán en los funcionarios del Departamento de Justicia cuando determinen cómo proceder.
Aunque históricamente el Departamento se ha mostrado renuente a usar su autoridad contra testigos declarados en desacato del Congreso, las circunstancias son excepcionales cuando los legisladores investigan el peor ataque al Capitolio en dos siglos.
Para enfatizar la unidad del panel en la responsabilización de Bannon, el presidente demócrata de la comisión, Bennie Thompson, encabezará el debate sobre la propuesta junto con la republicana Liz Cheney, en una rara muestra de bipartidismo en el pleno de la cámara.
Aun así, se espera que la mayoría de los republicanos voten contra la medida, pese a las consecuencias potenciales para la institución.
Si el Congreso no puede realizar su trabajo supervisor, el mensaje enviado “a la ciudadanía en general es que estas citaciones son una broma”, comentó Stephen Saltzburg, un profesor de Derecho de la George Washington University y exfuncionario del Departamento de Justicia. Dijo que si el secretario de Justicia Merrick Garland, un juez federal a quien Saltzburg considera “una de las personas menos partidistas que conozco”, no autoriza un enjuiciamiento, “él va a estar dejando, me parece, que la Constitución sea puesta en peligro. Y eso es demasiado importante para que él permita que suceda”.
Los demócratas están presionando al Departamento a aceptar el caso, argumentando que la democracia está en juego.
“Lo que está en juego es enorme”, afirmó el representante demócrata Jamie Raskin, miembro del panel. “El Congreso de Estados Unidos, bajo el Artículo Uno, tiene el poder para investigar para informar nuestras deliberaciones sobre cómo legislar. De eso se trata”.