En la novena Cumbre de Líderes de América del Norte, México-EU-Canadá, el que llega ‘peor parado’ es el presidente Joe Biden.
“Biden llega francamente disminuido antes de cumlplir un año de ejercicio de la presidencia. La mayoría de la población, más del 50 por ciento, reprueba su gestión, y lo aprueba el 40 por ciento, son números francamente malos, para un gran ideario político que no ha sabido vender. No ha tenido un esfuerzo sostenido al interior de su país”, sostuvo el periodista y columnista de El Financiero, Pablo Hiriart en EF MEET POINT. AMLO con Biden y Trudeau, ¿Qué puede pasar?.
El presidente de Estados Unidos maneja un doble discurso. Uno al exterior, principalmente dirigido hacia China, en el que intenta mostrar una imagen de solidez, pero a la cumbre llega con un discurso de que necesita ayuda.
“Llega esta cumbre necesitado de respaldo, necesitado al interior de mandar un mensaje de ‘construyo un vecindario seguro, un vecindario competitivo, y un vecindario que comulga conmigo en las ideas centrales de mi gobierno y del bloque de América del Norte; y hacia afuera necesita mandar un mensaje, a Chine fundamentalmente de que ‘aquí hay un bloque fuerte, competitivo y que estamos completamente unidos en América del Norte”, comentó Hiriart.
Pero además, la gran ‘sombra’ que arrastra Biden es el tema migratorio, una crisis humanitaria incontrolable.
“Desde la óptica política, lo más importante para Biden será el tema migratorio. El manejo que le ha dado a este tema, en parte refleja ese descontento que se ven en las encuestas sobre la actuación de esta administración (...)Claramente en términos políticos, el tema migratorio es lo que más le preocupa, más de 1 millón de personas que han detenido en Estados Unidos. Los números son catastróficos cuando uno entiende la magnitud de la crisis humanitaria”, señaló Ana María Salazar, columnista de El Financiero.