El programa “Quédate en México”, creado durante el gobierno de Donald Trump, y mediante el cual se obliga a los solicitantes de asilo a esperar en México para las audiencias en un tribunal de inmigración de Estados Unidos, reinicia este lunes.
¿De qué va este acuerdo? Se trata de una política migratoria formalmente denominada ‘Protocolos de Protección al Migrante (MPP, por sus siglas en inglés)’, mediante la cual, personas extranjeras que ingresan o buscan ser admitidas en Estados Unidos desde México, de manera ilegal o sin la documentación adecuada, pueden ser regresadas a territorio mexicano, donde permanecerán mientras dure su proceso de inmigración.
Estados Unidos comenzó a aplicar esta medida bajo el argumento de que era necesaria para afrontar la crisis migratoria entre ambas naciones.
“El MPP ayudará a restaurar un proceso de inmigración seguro y ordenado, reducirá la cantidad de personas que se aprovechan del sistema de inmigración y la capacidad de los contrabandistas y traficantes de aprovecharse de las poblaciones vulnerables y reducir las amenazas a la vida, la seguridad nacional y la seguridad pública”, refiere el Departamento de Seguridad Nacional de EU.
¿Qué personas están sujetas al programa?
De acuerdo con el Departamento de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), con ciertas excepciones, el programa ‘Quédate en México’ aplica para las siguientes personas:
- A los extranjeros que llegan a EU vía terrestre desde México (incluidos los detenidos a lo largo de la frontera) que no son claramente admisibles y que se encuentran en un proceso de deportación.
- Lo anterior incluye a extranjeros que afirman tener miedo al regreso a México, pero que han sido evaluados como no propensos a enfrentar persecución o tortura en México.
Los niños extranjeros no acompañados y los extranjeros en procedimientos de deportación acelerados no están sujetos a este programa.
¿Cómo funciona el programa?
Los extranjeros sujetos a ‘Quédate en México’ son colocados en procedimientos de remoción ante un juez de inmigración, de conformidad con la Sección 240 de la INA, al igual que cualquier otro extranjero en procedimientos de remoción bajo la Sección 240 de la INA.
Cuando los extranjeros son adscritos a este programa se les diligencia una notificación para comparecer con la hora y localización de su audiencia inicial en el tribunal, así como una hoja desprendible, provista en inglés, español o portugués, dependiendo del caso, instruyéndoles sobre la fecha y hora en la cual deben comparecer al puerto de entrada designado de donde serán transportados o escoltados a su audiencia de inmigración.
Los extranjeros sujetos a este programa pueden contactar al abogado de su predilección, pero el gobierno de Estados Unidos no cubrirá estos gastos.
Aunque la administración Biden busca el fin del programa, se vio obligada a restaurarlo luego de las decisiones de dos jueces, uno en Texas y otro en Missouri.
Alrededor de 70 mil solicitantes de asilo fueron enviados a territorio mexicano durante la era Trump, a pesar de que activistas migratorios se quejaron de condiciones de hacinamiento durante la pandemia, falta de acceso médico y otras condiciones que obligaron a miles de ello regresar a sus países de origen.
Funcionarios estadounidenses indicaron que, como parte de los compromisos, los solicitantes recibirán asesoría legal para garantizar un debido proceso y se buscará que sus casos se resuelvan en un periodo no superior a 180 días. Adicionalmente Estados Unidos desplegará a 22 jueces migratorios dedicados específicamente al programa, a fin de desahogar los cuellos de botella.
Con información de José López Zamorano