PARÍS, Francia.- Ante el incremento de hospitalizaciones por COVID-19, el gobierno de Francia trata de impulsar un proyecto de ley que requiere que la gente esté vacunada para ingresar a cualquier restaurante y muchos otros lugares públicos, y advirtió que impondrá medidas más duras si el repunte actual de infecciones no disminuye.
Sin embargo, el gobierno dejó de lado este martes su intento de exigir un pase de salud para todos los sitios de trabajo, ante la oposición de sindicatos y empleadores.
El primer ministro francés Jean Castex sostuvo reuniones con alcaldes y legisladores franceses para persuadirlos de apoyar las medidas de vacunación más estrictas.
Los viajeros y familias francesas, en tanto, llenaban los centros de pruebas de coronavirus de cara a las fiestas decembrinas.
Las hospitalizaciones a causa del coronavirus en Francia se han disparado en las últimas semanas y actualmente unas 16 mil están internadas con COVID-19 y el 60 por ciento de las camas de las unidades de terapia intensiva del país están ocupadas por personas infectadas, de acuerdo con la agencia de salud estatal.
Los casos semanales de coronavirus están en su nivel más alto en Francia desde que empezó la pandemia. La mayoría de los pacientes están infectados con la variante delta, pero más de uno de cada tres casos en la región de París son de la variante ómicron, señaló Gabriel Attal, portavoz del gobierno francés.
“No podemos perder ni un segundo”, comentó a los reporteros. “La situación en los hospitales es grave”.
El gobierno francés quiere aprobar antes del 15 de enero una propuesta que exige que la gente esté vacunada para ingresar a los restaurantes y muchos espacios públicos, dijo. Actualmente, se requiere del “pase de salud” para entrar a todos esos lugares en Francia, pero la población puede obtener el pase con un certificado de vacunación, una prueba diagnóstica negativa o evidencia de que se haya recuperado recientemente de COVID-19.
Francia también está impulsando una campaña de vacunación y la aplicación de dosis de refuerzo, y a partir del miércoles todos los niños de 5 a 11 años podrán ser inoculados. Más del 89 por ciento de los franceses mayores de 12 años han recibido por lo menos dos dosis de la vacuna, y aproximadamente 40 por ciento de los adultos ya cuentan con tres dosis, dijo Attal.