Los asesores del gobierno de Gran Bretaña desaconsejaron la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna contra el COVID-19 a residentes en centros de mayores y a mayores de 80 años.
La razón es porque los datos muestran que la tercera ofrece una protección duradera contra los ingresos hospitalarios.
Para la gente de más de 65 años, la protección contra la hospitalización sigue siendo de cerca del 90 por ciento tres meses después de haber recibido la tercera inyección, de acuerdo con los datos recopilados por la Agencia de Seguridad Sanitaria del país.
Por ello, el Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización aconsejó el viernes al gobierno que por el momento no era necesario ofrecer una dosis más, que sería el segundo refuerzo, a la población vulnerable.
En su lugar, el ejecutivo debería centrarse en administrar la tercera dosis a tanta gente como sea posible para aumentar la protección contra la variante ómicron del coronavirus, que tiene una tasa de contagio más alta.
“Los datos actuales muestran que la dosis de refuerzo sigue proporcionando altos niveles de protección contra casos graves de la enfermedad, incluso en los grupos de edad más vulnerables”, indicó el profesor Wei Shen Lim, presidente del comité. Por este motivo, el comité ha concluido que no hay una necesidad inmediata de introducir una segunda dosis de refuerzo, aunque esto seguirá revisándose”, dijo.
El número de pacientes hospitalizados en el país a causa del COVID-19 ascendió a 18 mil 454 el jueves, más del doble que dos semanas antes.
El aumento de las bajas del personal de los hospitales ha hecho que el ejército tenga que asistir a los asediados médicos y enfermeras.
En Inglaterra, más de 39 mil trabajadores hospitalarios estaban de baja por motivos relacionados con el coronavirus el 2 de enero, un 59 por ciento más que en la semana previa, según las autoridades sanitarias de la región.