En una andanada de labores diplomáticas entre dos continentes, el presidente estadounidense Joe Biden salió de su reunión de este lunes con el nuevo canciller alemán Olaf Scholz prometiendo que el gasoducto Nord Stream 2 entre Rusia y Alemania sería bloqueado en caso de que Moscú decida invadir Ucrania.
El mandatario ruso Vladimir Putin, por su parte, señaló que Estados Unidos y sus aliados son los únicos que hablan sobre una invasión.
Putin y su homólogo francés Emmanuel Macron se reunieron durante varias horas al mismo tiempo que Biden y Scholz dialogaban en la Casa Blanca con el propósito de desactivar la crisis antes de que estalle un conflicto armado. Rusia ha enviado a miles de soldados cerca de la frontera con Ucrania y añade poderío militar prácticamente a diario.
La Casa Blanca ha expresado preocupación por la posibilidad de una guerra, y Biden ha intentado afianzar apoyo entre sus aliados europeos a fin de imponer fuertes sanciones económicas a Rusia en caso de que decida invadir.
“Estamos preparados de manera conjunta y toda la OTAN está lista”, dijo Biden en referencia a la alianza, a la que Ucrania no pertenece.
Si bien Biden reiteró con certeza que el gasoducto no operaría, Scholz expresó la necesidad de mantener cierta ambigüedad en torno a las sanciones a fin de presionar a Rusia a disminuir las tensiones.
“Es necesario que Rusia entienda que podrían ocurrir muchas más cosas de las que quizá haya calculado”, comentó Scholz.
La presencia de más de 100 mil soldados rusos cerca de Ucrania ha avivado las preocupaciones de Occidente sobre una posible ofensiva. El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió que Rusia podría invadir Ucrania “en cualquier momento”, y desatar un conflicto que conllevaría un “enorme costo humano”.
Putin describió su prolongada conversación con Macron en el Kremlin como una charla de negocios. Destacó que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han ignorado las exigencias de Moscú para que ofrezcan garantías en materia de seguridad.
Aseguró que la expansión de la OTAN hacia el este, cerca de las fronteras rusas, ha violado los principios de seguridad de acuerdos internacionales y se mofó de las afirmaciones de Occidente de que se trata de una alianza defensiva que no representa amenaza para Rusia.
“Los pueblos de Irak, Libia y Afganistán lo han aprendido de experiencias propias”, dijo el mandatario ruso en una referencia sarcástica a la participación de los aliados estadounidenses en campañas militares en dichas naciones. También hizo mención de la campaña de bombardeos de la OTAN sobre la antigua Yugoslavia en 1999.
Ridiculizó las críticas de Occidente a la presencia militar rusa cerca de Ucrania y declaró que “los miembros de la OTAN creen que es posible sermonearnos sobre el movimiento de tropas en nuestro propio territorio y proyectarlas como una amenaza de una invasión rusa a Ucrania”.
Rusia ha negado tener planes de atacar a su vecino, pero exige que Estados Unidos y sus aliados prohíban que Ucrania o cualquier otra exrepública soviética se integre a la OTAN, suspendan los despliegues de armas hacia esos lugares y retiren a las tropas de la alianza de Europa Oriental. Washington y la OTAN rechazan dichas demandas.
Sin inmutarse, Biden dijo el lunes que “sería prudente” que todos los estadounidenses que no sean diplomáticos esenciales salgan de Ucrania ante la amenaza militar rusa.
En una nota positiva, Putin declaró sin entrar en detalles que algunas de las propuestas de Macron podrían servir de base para la resolución del conflicto en el este de Ucrania, y añadió que acordaron sostener una conversación telefónica después de la visita de Macron a Kiev el martes.