A dos años de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los pronósticos de distintas encuestas apuntan a un posible regreso del Partido Republicano al poder, que tiene como preferidos para candidatos a Donald Trump y a Ron DeSantis.
¿Qué se espera para 2024? Los republicanos han creado mecanismos institucionales, en el marco de las reglas democráticas, para que, en su momento, tengan la oportunidad de rechazar los resultados electorales, si estos no juegan a su favor.
“Nueve estados de la Unión Americana, la mayoría republicana en el Congreso, han cambiado leyes electorales para restringir el derecho al voto, fundamentalmente a las minorías. Han eliminado el voto por correo, piden identificación costosas, una serie de trabas que limitan el derecho al voto, han expedido leyes y ordenamientos que les van a permitir a los republicanos desconocer los resultados electorales en 2024″, apuntó Pablo Hiriart, Jefe de Corresponsables en EU de El Financiero, en EF Meet Point. La fragilidad de la democracia en Estados Unidos.
“Arizona, Wisconsin, Georgia y Pensilvania han efectuado cambios de funcionarios electorales por cuadros partidistas. Todo eso hace que EU haya entrado en una zona de parteaguas entre democracia y una cisma a la vista a 2024, en caso de que se desconozca al triunfador de las elecciones o que se quiera imponer a un candidato de minoría”, agregó Hiriart.
El primer apuntado en la lista para postularse como candidato por el Partido Republicano, sin duda es Donald Trump, pero en caso de que los resultados de las encuestas no lo coloquen como el favorito, Ron DeSantis, actual gobernador de Florida, será quien contienda.
“DeSantis, un gobernador que es un súbdito de Trump, que está a la caza de si podría ser candidato en caso de que Trump se tropezara, o no quisiera, pero será una alfombra para Donald Trump en la candidatura presidencial”, señaló Pablo.
¿Por qué la democracia en EU está debilitada?
Existen dos tipos de peligros que debilitan la democracia estadounidense. El primero es que “hay una serie de actores que juegan con el sistema, le cambian las leyes, lo hacen a su medida y hacen que el voto popular no sea importante, y hay otros actores que no les importan las leyes y quieren romper con el sistema”.
Respecto al primer grupo, en donde se ubican los republicanos, Hiriart, consideró que, junto con el Colegio Electoral, conducen a que el voto popular no sea lo que importe, lo que debilita la estructura de la democracia en EU. “El hecho de que el que tenga más votos no sea necesariamente el presidente”.
“Otra cosa muy tramposa, es que cada 10 años con el censo, se pueden redibujar los distritos electorales. Son los políticos los que escogen quien va a votar por ellos (...) Con la ley se hace una democracia que no representa la verdadera voluntad popular”, añadió.
Por su parte, Ana María Salazar, columnista de El Financiero, consideró que “ya no hay esa creencia, esta confianza de que el sistema electoral es justo y de que se están siguiendo las reglas del juego. A pesar de estos cuestionamientos sobre el sistema partidista, sí sigue siendo el mejor sistema para EU, porque las instituciones siguen acotando a aquellos que quieren brincarse las trancas”.