El representante permanente designado por los talibanes ante las Naciones Unidas dice que el nuevo gobierno afgano está presionando al organismo internacional para que lo reconozca y lo asigne como miembro, ya que la falta de legitimidad perjudica la economía y la diplomacia del país.
“¿Por qué el mundo no nos reconoce cuando hemos cumplido con sus condiciones?”, dijo Suhail Shaheen en una entrevista desde Doha, Qatar. Dijo que su gobierno ya ha permitido que mujeres y niñas asistan a universidades, una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional, y están en conversaciones con la ONU.
La falta de reconocimiento internacional ha perjudicado a los talibanes, que asumieron el poder el año pasado cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN se retiraron de Afganistán, cerrando su economía dependiente de la ayuda y aislándola del mundo.
El nuevo régimen no puede nombrar nuevos enviados en el extranjero y los representantes del antiguo gobierno afgano respaldado por Estados Unidos están renunciando a sus trabajos o se niegan a representar a los talibanes, citando la falta de reconocimiento internacional como un factor clave.
El embajador en China, Javid Qaem, un vestigio del gobierno anterior, renunció a su cargo el mes pasado. El enviado en Nueva Delhi, Farid Mamundzai, también ha dicho que seguirá representando los valores del gobierno anterior.
La asistencia exterior representó hasta el 40 por ciento del producto interno bruto del país durante dos décadas de ocupación estadounidense. Esa ayuda exterior se detuvo abruptamente después de que los talibanes tomaron el país el año pasado. Washington también se movió para bloquear el acceso del grupo militante a unos 9 mil millones de dólares en activos afganos en bancos estadounidenses y europeos.
La ONU, que recientemente hizo una solicitud de financiación de una ayuda récord de 5 mil millones de dólares, estima que más de la mitad de los casi 40 millones de habitantes del país enfrentan hambre aguda, con un millón de niños en riesgo de morir en medio de un duro invierno.
Si bien desde entonces ha llegado algo de ayuda al país, está lejos de ser suficiente para satisfacer las crecientes necesidades, ya que la economía del país casi se ha derrumbado.
“A largo plazo, no deberíamos tener que depender de que el mundo nos ayude”, dijo Shaheen. Se ha invitado a inversores de otros países, incluidos EU y China, a invertir en recursos minerales estimados en alrededor de 3 billones de dólares, añadió.