Bruselas - Los líderes de la Unión Europea prometieron el jueves imponer fuertes sanciones económicas y financieras a Rusia, pero hay una falta de consenso entre los países de Occidente sobre si retirarán a la nación del sistema de pagos financiero SWIFT.
El sistema, con sede en Bélgica, es utilizado por más de 11 mil instituciones a nivel internacional. Transfiere dinero de un banco a otro, y retirar a Rusia de él probablemente tendría un impacto en las economías europeas.
Ucrania ha pedido dicha acción. Aunque la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, dijo que las sanciones de la UE necesitaban incluir la expulsión de Rusia del sistema, muchos gobernantes de países europeos no están convencidos.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, por ejemplo, dijo que una decisión de ese tipo también afectaría a las economías europeas. Rutte señaló que debería ser una medida de último recurso que podría decidirse más adelante.
“Varios países dudan, ya que tiene graves consecuencias para ellos mismos”, comentó.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, habló con el presidente ucraniano Vladimir Zelenskyy y aseguró que Canadá impondrá sanciones más fuertes.
Los blancos de las sanciones serán 58 personas y organismos conectados con Rusia, incluidos miembros de la elite y sus familias, la organización paramilitar conocida como Wagner Group y grandes bancos rusos.
Las medidas, anunciadas el jueves después que Trudeau asistió a una reunión virtual del G7, afectarán a miembros del Consejo de Seguridas Ruso y miembros del gabinete.
Canadá también cancelará permisos de exportación de Rusia y no emitirá otros nuevos.
Trudeau dice que el gobierno dará prioridad a solicitudes de inmigración de ucranianos y habilitará una línea telefónica para quienes tengan preguntas urgentes sobre la inmigración desde Ucrania.