WASHINGTON, DC.- Estados Unidos y sus aliados europeos discuten de manera “muy activa” y “coordinada” la perspectiva de prohibir la importación de petróleo ruso, a fin de asegurar que esa nueva sanción contra el gobierno del presidente Vladimir Putin no afecte los suministros internacionales del crudo, reveló ayer el secretario de Estado de la Unión Americana, Antony Blinken.
“Cuando se trata de petróleo, petróleo ruso... ayer hablé por teléfono con el presidente y otros miembros del gabinete sobre exactamente el tema”, señaló el jefe de la diplomacia estadounidense, en momentos en que el bloqueo a las importaciones energéticas rusas cuenta con respaldo de demócratas y republicanos dentro del Congreso de Estados Unidos.
“Y ahora estamos hablando con nuestros socios y aliados europeos para analizar, de manera coordinada, la perspectiva de prohibir la importación de petróleo ruso mientras se asegura que todavía haya un suministro adecuado de petróleo en los mercados mundiales. Esa es una discusión muy activa”, declaró en una entrevista con el programa “State of the Union”, de la cadena CNN.
Estados Unidos compra menos de 100 mil barriles diarios de crudo ruso al día, una fracción de su consumo diario, de alrededor de 18.1 millones de barriles. Una prohibición global de las importaciones podría afectar de manera más significativa a otros países, especialmente europeos, y en menor grado la economía estadounidense, a pesar de que el precio del galón de la gasolina se ha catapultado a casi 4 dólares, en promedio.
El senador republicano de Florida, Marco Rubio, quien presentó un proyecto de ley para prohibir de inmediato las importaciones del energético ruso, confío en que la administración Biden se mueva rápidamente para bloquear las compras energéticas de Vladimir Putin y evitar que con dólares estadounidenses se financie su “campaña militar asesina” en Ucrania.
“Es muy preocupante que el público crea que no comprar crudo ruso va a aumentar nuestros precios de la gasolina, porque prueba que Putin tiene poder sobre Estados Unidos de subir los precios de nuestras gasolinas cuando quiera. No podemos permitir que eso continúe. No debemos permitir que Putin, en ningún momento, eleve nuestros precios de gasolina cortándonos el suministro”, declaró en el mismo programa. La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se sumó a la prohibición la semana pasada. “Estoy por completo a favor de eso. Prohibámoslas”, pidió.
Por separado, Blinken señaló que discute activamente con Polonia cómo compensar a ese país si toma la decisión de enviar a Ucrania los cazabombarderos MIGs y Sukhois solicitados por el presidente Volodímir Zelenski. “Estamos hablando con Polonia para ver si podemos rellenar cualquier cosa que ellos provean: MIGs, SUs, y también queremos ver si podemos ser útiles para que, de cualquier cosa que entreguen a los ucranianos, algo vaya (para los polacos), a fin de llenar cualquier hueco en la seguridad de Polonia. Estamos hablando activamente de eso”, adelantó.