El último ataque del presidente de Rusia, Vladímir Putin, a la “cultura de cancelación”, en el que comparó el ostracismo de los escritores rusos con la forma en que recientemente se le ha tratado a J. K. Rowling, recibió un rápido desaire de la autora de los libros de Harry Potter.
Este viernes, Putin citó a Rowling como un ejemplo de lo que sucede cuando una figura pública prominente se convierte en víctima de la “cultura de la cancelación”, la práctica de retirar el apoyo a las celebridades en las plataformas de redes sociales porque sus puntos de vista son discriminatorios o incluso violentos. Putin se puso a sí mismo en la misma categoría.
“Hoy están tratando de cancelar toda una cultura milenaria: nuestra gente”, comentó Putin en una reunión televisada de figuras culturales. “Están prohibiendo a los escritores y libros rusos”. Rowling, continuó, fue rechazada “solo porque no cumplió con las demandas de los derechos de género”.
El presidente ruso ha sido rechazado en el escenario mundial desde su invasión a Ucrania. En sus apariciones públicas cada vez más erráticas, arremete contra “Occidente” de una forma que ha despertado la alarma entre Estados Unidos y sus aliados en relación a cuáles podrían ser los siguientes pasos de el líder cada vez más acorralado.
Rowling responde a Vladimir Putin
La escritora respondió con indignación al presidente ruso Vladimir Putin, quien la mencionó al despotricar contra los intentos occidentales de “cancelar” la cultura rusa.
“Las críticas a la cultura de cancelación occidental probablemente no deberían ser hechas por aquellos que actualmente matan a civiles por el crimen de resistencia, o que encarcelan y envenenan a quienes los critican”, escribió la escritora.
Rowling ha sido criticada en redes sociales luego de lanzar comentarios transfóbicos.
En 2020 algunos de sus escándalos incluirían afirmar que solo las mujeres cisgénero pueden menstruar (o son las únicas a las que les corresponde hacerlo), o comparar los tratamientos hormonales con terapias de conversión.