Es probable que los confinamientos por el COVID-19 en China le cuesten al país al menos 46 mil millones de dólares al mes, o el 3.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en pérdida de producción económica, y el impacto podría duplicarse si más ciudades endurecen las restricciones.
Esa es una estimación mínima de un economista de la Universidad China de Hong Kong, basada en la suposición de que las ciudades que generan alrededor del 20 por ciento del PIB de China actualmente están imponiendo bloqueos específicos.
Ese costo se duplicaría si esas áreas tuvieran que seguir el ejemplo de Shanghái e imponer políticas más estrictas que requieran que la mayoría de los residentes permanezcan en sus hogares.
Las duras medidas de China significan “el costo económico del bloqueo, y es claramente más grande de lo que vemos en otros países”, dijo Zheng Michael Song, profesor de CUHK, quien forma parte de un equipo de investigación que utiliza datos en tiempo real para medir el impacto de los bloqueos.
La estimación del 3.1 por ciento, equivalente a 295.000 millones de yuanes (46.300 millones de dólares), es “conservadora”, agregó, ya que no incluye el efecto sobre los ingresos a través de la inflación.
Song y su equipo utilizan datos sobre la ubicación de casi 2 millones de camiones que atraviesan China y cuyos movimientos están altamente correlacionados con la actividad económica local. Al incluir el impacto en la inflación nacional y los efectos indirectos de las cadenas de suministro, el efecto en la economía sería mucho peor. Solo un confinamiento estricto en Shanghái podría reducir el PIB real de China en un 4 por ciento, estiman Song y sus coautores.
Si las cuatro ciudades más grandes de China se sometieran juntas a un confinamiento estricto, el PIB nacional ajustado a la inflación caería un 12 por ciento mientras dure el encierro. El peor de los casos sería el cierre de todas las ciudades durante un mes, lo que reduciría el PIB nacional en un 53 por ciento durante ese período.
China ha estado luchando contra una ola de la variante ómicron desde principios de mes, con casos diarios confirmados que superan los 6 mil esta semana. Goldman Sachs Group Inc. estima que las áreas con brotes de riesgo medio a alto, bajo algún tipo de restricción de bloqueo representan alrededor del 33 por ciento del PIB.
La clave de las perspectivas de la economía de China dependerá de si la variante ómicron altamente infecciosa requerirá bloqueos más intensos o más prolongados. Shanghai intentó inicialmente un enfoque específico, pero eso no redujo el número de casos y las autoridades dijeron esta semana que requeriría que la mitad de la ciudad se quedara en casa por turnos durante un total de ocho días mientras se realizan pruebas masivas y aislamiento.
En Shanghái, que comenzó a introducir restricciones por el coronavirus a principios de este mes, los datos de camiones indican que la actividad económica en la ciudad cayó un 40 por ciento debajo de lo normal incluso antes de que comenzara el cierre de media ciudad el lunes.
La actividad podría caer aún más si la ciudad sigue el camino de Changchun, capital de la provincia de Jilin en el noreste, que impuso un bloqueo por casos de ómicron el 11 de marzo. Ha visto caer los niveles de actividad económica en más del 66 por ciento desde entonces, según los datos de camiones.
Shenzhen, la ciudad china que menos afectaciones tuvo por los cierres
Shenzhen parece representar el mejor de los casos de lo que los bloqueos de China pueden lograr contra ómicron. El cierre de una semana de la ciudad, durante el cual los residentes fueron evaluados tres veces, parece haber sido relativamente ligero: solo redujo la actividad económica en aproximadamente un 34 por ciento, según sugieren los datos rastreados por Song y su equipo.
La duración más corta también redujo el impacto económico, aunque la actividad de camiones todavía estaba un 20 por ciento por debajo de lo normal una semana después de que terminara el cierre.
El equipo estimó anteriormente que los bloqueos por coronavirus de China en el primer trimestre de 2020 llevaron a una disminución del 19.4 por ciento en el PIB real, en comparación con la cifra oficial de una disminución del 6.9 por ciento. Los economistas de Nomura Holdings. escribieron este fin de semana que la economía de China enfrenta su peor perspectiva desde ese trimestre debido a la propagación de brotes de virus.
Song pronostica un resultado mejor que el de 2020, si Shenzhen sirve como modelo. “El cierre total de una semana en Shenzhen parece haber sido más efectivo”, dijo. Si otras ciudades pueden lograr un resultado similar, “el desempeño general de la economía será mucho más mejor incluso si entre un tercio y la mitad de las ciudades ven casos de COVID, como ocurrió a principios de 2020″.