El número real de infecciones por COVID-19 en África podría ser hasta 97 veces mayor que los casos registrados oficialmente, según un estudio divulgado este jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“El análisis muestra que los casos confirmados de coronavirus registrados actualmente son sólo una fracción del número total de infecciones del continente”, dijo durante una rueda de prensa virtual la directora regional para África de la OMS, la doctora Matshidiso Moeti.
El estudio, que debe aún ser sometido a la revisión de pares de la comunidad científica (evaluación que hacen expertos externos), se basa en otros 151 estudios sobre la seroprevalencia -inmunidad existente por infección previa o por vacunación- en África publicados entre enero de 2020 y diciembre de 2021 .
Según la investigación, la exposición al virus en África pasó de un 3 por ciento en enero de 2020 a un 65 por ciento en septiembre de 2021, lo que equivale a unos 800 millones de infecciones frente a los 8.2 millones de casos registrados oficialmente por esas fechas en el continente africano.
No obstante, la seroprevalencia documentada en estos estudios varía mucho entre los diferentes grupos demográficos -siendo más alta en zonas urbanas y densamente pobladas y más baja en las áreas rurales y con baja densidad de población- y de edad, con menos infecciones entre los menores de nueve años que entre los adultos.
Asimismo, la exposición al virus fue más elevada en las regiones de África Oriental, Occidental y Central, según la OMS.
“Estos datos nos permiten conocer la situación real y nos sitúan en una mejor posición para intervenir”, señaló Moeti.
Frente a las cifras de África, la media global indica que las infecciones reales son al menos 16 veces mayores que las registradas, lo que supondría que más del 45 por ciento de la población del mundo estuvo expuesta al virus.
No obstante, como los estudios se realizaron en diferentes periodos temporales, resulta difícil comparar los resultados globales con los africanos.
La respuesta a la pandemia en África, según Moeti, se vio marcada por una mayoría de casos (67 por ciento) asintomáticos, lo que dificultó su detección en un continente donde las pruebas se concentraron en viajeros y enfermos que acudieron a centros médicos con síntomas.
“Este infrarecuento está sucediendo en todo el mundo y no es sorprendente que las cifras sean particularmente altas en África, donde hay tantos casos sin síntomas” y leves, al contar con una menor proporción de personas con factores de riesgo como diabetes, hipertensión y otras enfermedades crónicas, según la OMS.
En este sentido, Moeti destacó que “las pruebas nos permiten rastrear el virus en tiempo real, monitorear su evolución y controlar la aparición de nuevas variantes”, e hizo un llamamiento para que los países aumenten las pruebas y la vigilancia genómica del virus.
Hasta la fecha, el continente ha registrado unos 11.5 millones de casos y más de 252 mil muertes, de acuerdo a los datos de la OMS.