Europa vuelve a encender una alerta sanitaria. Esta vez no es por COVID-19, sino por casos de hepatitis infantil de origen desconocido.
Reino Unido reportó un brote inusual de hepatitis en niños y adolescentes. Las autoridades sanitarias investigan alrededor de 60 casos, la mayoría de los cuales se han presentado en niños de entre dos y cinco años de edad.
De acuerdo con el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), algunos casos evolucionaron hacia insuficiencia hepática aguda y requirieron el traslado de los pacientes a unidades especializadas en hígado infantil. Incluso, “un pequeño número de niños fueron sometidos a un trasplante de hígado”.
En Escocia se registraron 10 casos que requirieron atención hospitalaria en niños de entre uno y cinco años. La mayoría de ellos se presentaron a partir de marzo.
Aunque no hay casos bajo investigación actualmente, en Gales se reportó un número pequeño de casos a principios de año con síntomas clínicos similares.
El pasado 11 de abril, España notificó tres casos aislados de hepatitis infantil de origen desconocido, sin conexión entre ellos, que han sido tratados en Madrid.
Según médicos españoles, los pacientes tienen entre dos y siete años. Solo uno de ellos necesitó un trasplante de hígado.
Los tres menores españoles evolucionaron favorablemente; sin embargo, el Ministerio de Sanidad pidió a las sociedades científicas de Pediatría y gerencias de hospitales una “observación y búsqueda activa” de posibles casos similares.
¿Cuál es el origen de este tipo de hepatitis infantil?
Cuando una persona padece inflamación del hígado, se dice que tiene hepatitis.
De acuerdo con el Departamento de Salud de Estados Unidos, este mal puede ser causado por infecciones por virus (como las hepatitis A, B o C), bacterias o parásitos; daño hepático por alcohol o tóxicos (venenos), y medicamentos.
También puede ser ocasionada por padecer hígado graso, y por trastornos hereditarios como la hemocromatosis, una afección que consiste en tener demasiado hierro en el cuerpo, dice la Biblioteca Nacional de Medicina estadounidense.
Hasta ahora, las autoridades sanitarias desconocen cómo surgió este tipo de hepatitis infantil, ya que no corresponde con ningún tipo de la hepatitis, como la A, B, C, D o E.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis?
Autoridades de Estados Unidos señalan que los principales síntomas de esta enfermedad son:
- Fatiga.
- Ictericia, que es cuando se presenta coloración amarillenta de la piel y las mucosas, producto de una aumento de bilirrubina en la sangre.
- Fiebre, generalmente leve
- Dolor abdominal
- Picor en diferentes zonas del cuerpo
- Náuseas y vómitos
- Pérdida de peso
Este es el posible tratamiento
La hepatitis A y la hepatitis B se pueden prevenir con vacunas disponibles actualmente, según la Organización Panamericana de la Salud, que añade que también está disponible una vacuna combinada que proporciona protección contra estas dos enfermedades.
La compañía europea de seguros médicos Sanitas indica que el tratamiento de la hepatitis dependerá de la causa y de si se trata de un episodio agudo o crónico, pero en cualquier caso tendrá un componente farmacológico y dietético.
En el caso de que se trate de una infección “también deberán adoptarse medidas preventivas para evitar el contagio, especialmente en el caso de las hepatitis víricas”, añade Sanitas.
¿Hay alguna relación con COVID-19 (o con las vacunas)?
Con base en los primeros casos detectados, las primeras investigaciones descartan una posible relación entre los casos de hepatitis infantil de origen desconocido y COVID-19 o la vacunación contra el coronavirus.
“Algunos de los niños hospitalizados en Inglaterra dieron positivo por SARS-CoV-2 y otros por adenovirus. Actualmente no existe una conexión clara entre los casos reportados”, detalla un informe de Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades.
Además, autoridades sanitarias de Reino Unido descartaron que haya alguna relación de estos casos misteriosos con algún viaje a otro país.