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Inflación en EU baja ligeramente en abril a 8.3% tras siete meses de alzas

No obstante, la inflación en EU sigue estando en niveles históricos no vistos desde hacía 40 años.

La inflación en Estados Unidos, disparada desde hace siete meses, se moderó ligeramente en abril al ubicarse en el 8.3% interanual. (EFE)

WASHINGTON.— La inflación en Estados Unidos, disparada desde hace unos siete meses, se moderó ligeramente en abril al ubicarse en el 8.3 por ciento interanual, dos décimas menos que en marzo, aunque sigue estando en niveles históricos no vistos desde hacía 40 años.

El incremento mensual de los precios de consumo entre marzo y abril fue del 0.3 por ciento.

El primer freno en la escalada de precios es una buena señal para la economía estadounidense, aunque habrá que esperar a los próximos meses para confirmar si la tendencia se mantiene.

En cualquier caso, la todavía muy elevada inflación sigue siendo empujada, sobre todo, por el encarecimiento de la energía y de los alimentos.

Los precios de la energía (que incluyen gasolina, crudo, electricidad y gas natural) subieron en los últimos doce meses un 30.3 por ciento, aupados por el encarecimiento del crudo, del 80.5 por ciento, mientras que la gasolina aumentó un 43.6 por ciento.

En cuanto al cambio mensual, los precios de consumo energético bajaron en abril un 2.7 por ciento con respecto a los de marzo, con la energía como uno de los principales responsables de que la inflación se moderara el mes pasado.

Los precios de los alimentos, por su parte, subieron un 9.4 por ciento en un año, especialmente los relativos a compras en el supermercado, que aumentaron un 10.8 por ciento, mientras que los de la comida en restaurantes se incrementaron en un 7.2 por ciento.

Si se excluyen los precios de alimentos y combustibles, que son los más volátiles, la inflación subyacente fue del 6.2 por ciento en tasa interanual.

El precio de la vivienda, uno de los que más peso tiene en el cálculo de la inflación subyacente, subió un 5.1 por ciento en un año, y su incremento mensual fue del 0.5 por ciento.

En el sector automovilístico, los precios de los vehículos nuevos subieron un 13.2 por ciento en un año, mientras que los de los vehículos usados lo hicieron un 22.7 por ciento.

El apunte interesante en este sector es que en los últimos meses los precios de los vehículos de segunda mano (que a finales de 2021 estaban disparados) empezaron a bajar: Se redujeron el 0.2 por ciento en febrero, el 3.8 por ciento en marzo y el 0.4 por ciento en abril.

La subida de los precios se ha convertido en el principal quebradero de cabeza para el presidente estadounidense, Joe Biden, quien este martes, un día antes de publicarse la tasa de abril, afirmó que la inflación es su “máxima prioridad doméstica”.

Biden sigue culpando al presidente ruso, Vladímir Putin, y su decisión de invadir Ucrania, de la elevada inflación en Estados Unidos.

Una táctica comunicativa que la Casa Blanca viene practicando desde hace semanas pero que no ha cuajado entre los medios ni la mayor parte de la población, sobre todo porque la inflación ya subía muchos meses antes de la guerra en Ucrania.

Este miércoles, justo en el momento en que se conocían los datos de inflación, el Gobierno estadounidense anunció tres medidas para combatir el incremento de los precios agrícolas: ampliar los supuestos de cobertura de seguros para ciertas cosechas, aumentar el apoyo técnico a la llamada “agricultura de precisión” y doblar los fondos para la producción doméstica de fertilizantes.

La lucha contra la inflación también se ha convertido en la prioridad de la Reserva Federal (Fed, el banco central estadounidense), que la semana pasada anunció una subida de las tasas de interés de medio punto, el mayor incremento desde hace más de dos décadas, y anticipó más aumentos de este calibre.

Así, tras dos años cercano al 0 para paliar el impacto de la pandemia de COVID-19 sobre la economía, el tipo de interés oficial de la mayor economía del mundo se sitúa ahora entre el 0.75 por ciento y el uno por ciento.

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