Los funcionarios de Hong Kong están pidiendo a miles de residentes que se hagan la prueba de COVID-19 después de que un examen de las aguas residuales de sus edificios encontrara altos niveles del virus, lo que sugiere que puede haber cadenas ocultas de transmisión en la ciudad incluso cuando disminuyen las infecciones registradas.
Los trabajadores de la ciudad están distribuyendo 195 mil kits de prueba rápida de antígenos a los residentes, trabajadores de limpieza y personal de administración de propiedades en cinco áreas, incluido el distrito de Sai Kung, conocido por sus hermosas playas, el vecindario de Kennedy Town, popular entre los expatriados, y Kowloon, un vecindario densamente poblado al otro lado del puerto de Victoria. . Aquellos que den positivo deben informar sus infecciones, dijo el gobierno en un comunicado.
La noticia de la posible amenaza surgió por primera vez después de que la facultad de medicina de la Universidad de Hong Kong publicara una advertencia en las redes sociales, diciéndoles a los estudiantes y al personal que evitaran Kennedy Town debido a una posible serie de casos de COVID.
Hong Kong está saliendo de una ola impulsada por ómicron que ha envuelto a la ciudad desde principios de 2022, con muchos residentes nerviosos por temor a que la reciente relajación de las restricciones pueda conducir a un repunte en el recuento de casos. La ciudad reportó 294 nuevas infecciones el jueves, tras un pico de más de 70 mil en marzo.
El aviso, publicado en Twitter y Facebook el jueves por la mañana, decía que la Facultad de Medicina de Li Ka Shing se dio cuenta de que “potencialmente se estaba desarrollando un gran brote de COVID-19″ en Kennedy Town, que colinda con la Universidad. Pidió a los estudiantes y al personal que se abstuvieran de visitar los alrededores para almorzar o participar en actividades para quitarse el cubrebocas durante el resto de la semana. La declaración del gobierno señaló numerosas urbanizaciones, incluido un dormitorio universitario.
Etapa inicial del estudio en aguas residuales
Los hallazgos se encuentran en una etapa inicial y no hay detalles sobre qué tan grande es o podría crecer el brote, dijeron personas familiarizadas con el asunto, que se negaron a ser identificadas porque no están autorizadas a hablar en público.
Los trabajadores de la salud recolectarán más muestras para medir aún más el alcance del riesgo, dijo Chuang Shuk-kwan, jefe de la rama de enfermedades transmisibles del Departamento de Salud, durante una sesión informativa el jueves. El aumento repentino en los niveles del virus es lo que preocupa a la gente, dijo.
Las pruebas de aguas residuales implican una revisión en busca de signos de infección, a menudo utilizando material recolectado de múltiples edificios para detectar incluso niveles bajos del patógeno. Las pruebas de laboratorio realizadas en las aguas residuales pueden ayudar a determinar si el virus está presente y en qué niveles.
Hong Kong ha tomado medidas basadas en los resultados de las aguas residuales antes, ordenando que todo el enclave de Discovery Bay se sometiera a pruebas obligatorias en febrero después de que se encontró el virus en muestras allí. Cualquiera que estuviera en el vecindario de más de 20 mil personas en la isla de Lantau durante más de dos horas debía hacerse la prueba.
Las autoridades de salud dejaron de publicar detalles de nuevos casos en febrero después de que la transmisión se volvió rampante en la ciudad. A medida que el brote disminuía, la semana pasada se publicó información sobre un grupo de restaurantes en el distrito norte de Yuen Long. Desde entonces, ha crecido a unas 20 infecciones.
Con la colaboración de Linda Lew y Shirley Zhao.